China y globalización

China y globalización

Fernando Álvarez Bogaert.

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A Manuel Corripio

En el artículo anterior, vimos cómo la inversión estatal, en empresas privadas, la nueva ley de protección de datos y las incertidumbres generadas en torno a los derechos humanos han afectado, directamente, a las inversiones extranjeras en China. Nos enfocamos, en las demás medidas que ha tomado Xi Jinping en el último año y sus implicaciones en su país y en el entorno internacional.

A la fecha, China mantiene un estricto control regulatorio por la pandemia, cuando el resto del mundo está tomando acciones menos drásticas; lo que ha causado un gran desgaste en los lazos comerciales con el resto del mundo, amenazando su posición en el ámbito internacional.

Se ha creado un conjunto de políticas denominadas ¨Prosperidad común¨ que busca reducir brecha de riqueza y desigualdad, asimismo, priorizar el mercado doméstico antes que el internacional. El propósito es hacer una sociedad más equitativa, pero se entiende que significaría mayor control aún sobre la gobernanza de los negocios y la sociedad, un aumento de los impuestos y nuevas exigencias para las firmas privadas.

Pero lo que preocupa mayormente son las consecuencias que ya gravitan este nuevo esquema en la globalización. Prosperidad común podría convertir a China en un ambiente más difícil para la inversión que existe hoy. China ocupa uno de los primeros puestos económicos en el mundo y el hecho de que no se pueda invertir en ella, de una manera adecuada, significa la pérdida de oportunidades para los inversionistas y para la misma nación China. A corto plazo, esto podría significar menos competencia paras las empresas internas en China, pero a largo plazo podría generar retos para ella y para el resto del mundo.

La globalización trajo consigo grandes ventajas para todos. Entre estas podemos mencionar el aprovechamiento de los recursos, el aumento de la eficiencia y el abaratamiento de costos a nivel mundial. Estos tres factores se tradujeron en crecimiento y desarrollo para el ámbito económico internacional. Renunciar a estos beneficios y los muchos otros que trae la globalización significaría una pérdida de eficiencia vital para todos.

La globalización funciona como una especie de telaraña. Sin embargo, paradoja de la vida, se creía que la globalización era indetenible, que abarcaría más y más; de pronto, la pandemia desmoronó ese delicado entramado y tomará tiempo volver a hilar todas las redes de esa telaraña. Un retroceso a la globalización significaría la pérdida de todos los esfuerzos que se han hecho para armar este entramado y una pérdida de eficiencia para China y para todo el mundo.

Para enfrentar las consecuencias de la pandemia y salir hacia adelante como comunidad económica mundial es preciso que haya cohesión y cooperación internacional. Sin embargo, es también es un buen momento para que otras naciones resurjan, como puede suceder con nuestro país, si hacemos las transformaciones en el ámbito social, económico y político.

Investigadora asociada: Julissa Lluberes.

Prosperidad común convertiría a China en ambiente más difícil para inversión

La globalización trajo consigo grandes ventajas para todos

Es buen momento para que resurjan otras naciones, como puede ser RD

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