Consejos prácticos para que los niños aprendan a cuidar de su Salud

Consejos prácticos para que los niños aprendan a cuidar de su Salud

Por Dra. Ariela Grullón – Nutrióloga Clínica-Renal – Obesóloga/@nutriteamrd

La salud infantil se define como el estado en el que un individuo se habilita y desarrolla para
realizar actividades donde pueda dar su mayor potencial físico e intelectual en el ambiente social
en que se encuentre. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como el proceso de
nacer, vivir, trabajar y envejecer, incluyendo el sistema al que pertenecen. La OMS, junto a la
Organización Panamericana de la Salud (OPS), trabaja para la seguridad infantil, buscando el
reconocimiento y protección de sus necesidades y derechos humanos para que sean esenciales y
efectivos.

Un niño sano se mueve, salta, trepa, corre; aquí radica la importancia de que los padres estén
presentes durante su crecimiento y desarrollo para apoyar, educar, guiar y vigilar. Habrán límites,
pero hacerle entender que es para su bienestar. La guía a seguir contempla desde la concepción,
momento en el cual ya nos corresponde cuidar de ellos cultivando hábitos de descanso, horarios
de comidas y una buena elección de los alimentos.


Algunas recomendaciones:

  1. En su desarrollo, guiarles creando rutinas y elaborar un calendario. Cuando cumplan una
    tarea, coloca stickers en el calendario u horario; de esta manera, se sentirán motivados. Al
    completar, el premio general podría ser ir al cine en familia.
  2. Enseñarles a cepillarse después de cada comida (salud bucal) y a lavarse las manos antes
    de comer y después de usar el baño. Inculcar la importancia de la higiene personal,
    incluyendo el hábito de bañarse.
  3. Ofrecer una variedad de alimentos entendiendo que la nutrición es un equilibrio. Incluir
    todos los componentes de un plato balanceado (hidratos de carbono, proteínas y grasas
    buenas). Ejemplo: frutas, cereales como la avena, diversos tipos de vegetales, carnes y
    lácteos. En ocasiones permitirles comer alguna comida rápida o dulces pero que esto no
    sea la norma.
  4. Establecer horarios para las meriendas. Ofrecerles desde pequeños y busca
    presentaciones diversas, orientándoles sobre el bienestar que proporciona su consumo.
  5. Motivarlos a practicar algún deporte o disciplina (fútbol, karate, ballet, ajedrez). Ir en
    familia al parque, playa, montaña y hacer actividades recreativas que motive al
    movimiento.
    Recuerda: «Un niño saludable es un niño feliz». Esta columna es la sección educativa de la
    Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas
    a articulos@sodonuclim.org y nos puedes encontrar en @sodonuclim.

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