P: ¿Sabía usted que los ácidos grasos omega-3 ayudan a recuperar y preservar la masa muscular?

R: Los ácidos grasos omega-3 abundan en los pescados grasosos (atún, salmón, sardina, arenque), nueces, aceite y semillas de linaza; y están disponibles, también, en forma de suplementos nutricionales. Por su acción antiinflamatoria mejoran la artritis, la respuesta inmunológica y disminuyen el riesgo cardiovascular al controlar la arritmia cardíaca y reducir los niveles sanguíneos de triglicéridos. También, mejoran la capacidad cognitiva y la función neuromuscular (McGlory C y col. Frontiers in Nutrition, 2019). Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 más estudiados son el eicosapentaenoico (EPA) y el docosahexaenoico (DHA), los cuales aumentan la producción de sustancias antiinflamatorias (resolvinas, protectinas y maresinas) y estimulan la síntesis de proteínas musculares mediada por insulina; y además, disminuyen la síntesis de ciertas sustancias inflamatorias destructoras de las proteínas musculares.

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La dosis de EPA + DHA recomendada para mejorar la salud general de la población es de 250-500 mg/día (Thompson M y col. Nutrients 2019). En las personas saludables la masa muscular representa aproximadamente 45% del peso corporal, y se necesita para la locomoción, la respiración, la función cardíaca, el almacenamiento de aminoácidos y la regulación de la glucemia. La cantidad de masa muscular depende de la síntesis y la degradación proteica. Durante el reposo, el encamamiento y el ayuno la síntesis de proteínas musculares es menor que la degradación, por lo cual habrá un balance negativo; mientras que el consumo de proteínas de alta calidad (huevo, leche, queso, pollo, pescado, atún, etc.), combinadas con omega-3 y actividad física, aumenta la síntesis proteica produciendo un balance positivo, que se traduce en un aumento de la masa muscular. La suplementación con omega-3 preserva la masa muscular durante el reposo, y reduce la caquexia causada por el cáncer.