P: ¿Cuáles son los beneficios cardiovasculares de las dietas vegetarianas?

R: Las personas que consumen las dietas vegetarianas lo hacen por diversas razones, incluyendo la compasión hacia los animales, creencias religiosas, el deseo de proteger el medioambiente, reducir el riesgo de enfermedades crónicas o para tratar estas enfermedades. Una dieta vegetariana bien planificada que incluya hortalizas, frutas, cereales integrales, leguminosas, frutos secos y semillas puede proporcionar una nutrición adecuada.

Las dietas vegetarianas estrictas o veganas están exentas de carne, productos cárnicos (incluyendo aves de corral, caza silvestre y sus derivados) y pescados (incluyendo mariscos y sus derivados); pero algunas incluyen huevos y alimentos lácteos (ovolactovegetarianas); y otras, además, permiten el consumo de pescados (ovolactopescovegetarianas). Según la Academia de Nutrición y Dietética de los Estados Unidos, las dietas vegetarianas mejoran varios factores de riesgo modificables de la enfermedad cardíaca, como la obesidad abdominal, la presión sanguínea, el perfil de lípidos séricos (colesterol y triglicéridos) y la glucosa en sangre (J Acad Nutr Diet. 2016;116).

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También disminuyen los niveles de sustancias inflamatorias (proteína C reactiva), el estrés oxidativo y protegen contra la formación de placas ateromatosas (aterosclerosis), reducen el riesgo de infarto cardíaco y muerte cardiovascular.

Según el Estudio de Salud de los Adventistas-2, realizado en más de 73 mil adventistas del séptimo día, los vegetarianos tenían un riesgo 13% y 19% menor de riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular y cardiopatía isquémica (infarto o angina de pecho), respectivamente, en comparación con los no vegetarianos (Orlich MJ y col. JAMA Intern Med. 2013;173).

Los vegetarianos tienen un 32% menos de riesgo de hospitalización o muerte por enfermedad cardíaca. La disminución del riesgo de llegar a padecer una enfermedad cardíaca se debe a que los vegetarianos regularmente consumen una variedad de hortalizas, frutas, cereales integrales, leguminosas y frutos secos (ricos en fibras y antioxidantes).