Consultorio de Nutrición: ¿Por qué los envejecientes tienen alto riesgo nutricional?

P: ¿Por qué los envejecientes tienen alto riesgo nutricional?

R: La mayoría de los países desarrollados han aceptado la edad de 65 años como definición de “persona mayor”. Sin embargo, debido al aumento en la esperanza de vida se distinguen tres grandes grupos de personas mayores: ancianos menores (65-74 años), ancianos propiamente dichos (75-84 años) y ancianos mayores (85 años y más). Las características fisiológicas del envejecimiento son muy heterogéneas y varían de un individuo a otro, y resultan de la interacción entre los factores genéticos, el medio ambiente, el estilo de vida, los hábitos alimentarios y el sistema sanitario, que condicionan el momento de aparición de las enfermedades crónicas (obesidad, diabetes, hipertensión, artrosis, osteoporosis, enfermedades cardiovasculares, etc.).

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Los cambios morfológicos, fisiológicos, psicológicos y sociales del envejecimiento pueden comprometer el estado nutricional.

1- Alteración de la composición corporal. A partir de los 60 años la estatura disminuye 1 centímetro por década debido a la deformación de la columna vertebral y al aplanamiento de las vértebras. El peso corporal aumenta progresivamente (hay más grasa corporal y menos masa muscular), luego se estabiliza y, a partir de los 70 años, comienza a descender; el metabolismo basal disminuye 10-20% entre los 30 y 75 años de edad; y el agua corporal se reduce, aumentando el riesgo de deshidratación.

2- Pérdida parcial de la capacidad sensorial. La alteración del gusto, el olfato, la visión y la audición comprometen la alimentación.

3- Alteración del aparato digestivo. La ausencia de dientes y el uso de prótesis defectuosas limitan la trituración y digestión de los alimentos. La saliva es más viscosa y espesa, dificultando la lubricación y degustación de los alimentos; hay menor producción de jugos y enzimas digestivas, alteración de la motilidad y estreñimiento (afecta al 50% de los envejecientes).

4- Deterioro cerebral. El cerebro pesa menos, hay menor irrigación sanguínea y pérdida de la memoria y el razonamiento abstracto.

5- Hay deterioro inmunológico y mayor riesgo de infecciones, depresión, aislamiento, alteraciones emocionales y pobreza. Si amas a tus abuelitos, ¡cuídalos!