Consultorio de Nutrición: Sobrepeso y Obesidad en población escolar

Consultorio de Nutrición: Sobrepeso y Obesidad en población escolar

Jimmy Barranco Ventura

P: ¿Cómo podemos prevenir el sobrepeso y la obesidad en la población escolar?

R: Según el estudio “Estado Nutricional de los Estudiantes Beneficiarios del Programa de Alimentación Escolar de República Dominicana, 2021-2022”, dirigido por el Ministerio de Salud Pública y el Instituto de Bienestar Estudiantil, el 31.1% de los estudiantes de 5-15 años tiene sobrepeso-obesidad, afectando con mayor frecuencia la región Norte del país.

Además, cerca de la mitad (45.9%) de los alumnos tiene una dieta poco saludable; pues el 70% de ellos tiene un alto consumo de embutidos, dulces y bebidas gaseosas; unido a un bajo consumo de frutas y verduras (vegetales), y más del 90% no realiza actividad según las recomendaciones internacionales.

Para enfrentar el sobrepeso y la obesidad infantil el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, 2019) recomienda implementar políticas y normas sobre los alimentos, la nutrición y la actividad física en los centros preescolares, escuelas primarias y secundarias y en la venta de alimentos y bebidas en las escuelas y su entorno.

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Se debe legislar en torno a la protección de la maternidad (licencia por maternidad y lactancia para las mujeres que trabajan fuera del hogar), creando salas de lactancia en los centros de trabajo; regular la comercialización (promoción y publicidad) de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigidas a los niños; aumentar los impuestos a las bebidas azucaradas, dulces y “comida chatarra” y subsidiar los alimentos saludables; reformular los alimentos procesados, incluyendo el tamaño de las porciones; y legislar en favor del etiquetado frontal que identifique los alimentos con alto contenido de sal, azúcar y grasas.

Se debe intervenir a lo largo de la vida mediante diferentes acciones: creación de un entorno saludable (no obesogénico), educación nutricional y física en las escuelas primarias; promoción y apoyo a la actividad física en las comunidades; monitoreo del peso y la talla; desarrollar programas escolares de salud, alimentación y nutrición; y la divulgación de mensajes a través de grupos de pares, redes sociales, clubes deportivos y redes de jóvenes. ¡Es tiempo de actuar!

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