P: ¿Es seguro el consumo de las “carnes” sintéticas o cultivadas?
R: La producción de “carnes” sintéticas se ha promovido como una estrategia para controlar el hambre a nivel mundial y una alternativa más amigable con el medio ambiente, ya que se obtiene a partir de células madre de determinado animal (pollo, cerdo) o un óvulo fecundado, los cuales son cultivados en el laboratorio, en un entorno estéril, mediante la adición de nutrientes, hormonas, factores de crecimiento y otras sustancias, hasta obtener el tipo de células que se requiere (células musculares, en este caso). Las células, una vez diferenciadas, se colocan en grandes biorreactores, bañadas en un medio de cultivo especial, el Suero Fetal Bovino, el cual está compuesto por más de 1800 proteínas específicas, cerca de 4000 metabolitos, hormona del crecimiento, vitaminas, minerales, enzimas y citoquinas con función señalizadora. Según Ernesto Prieto Gratacós, fundador del Observatorio de Tecnologías y Paradigmas Emergentes en Medicina, “el material inicial de cultivo son grandes piezas de tejido muscular vivo, así como abundante tejido fetal, que por supuesto implican matanza”; por lo cual, “la producción a escala industrial de carne cultivada en laboratorio requiere una cantidad significativa de energía, agua, fertilizantes, así como acero para construir los biorreactores”. Esto significa que la producción de carne cultivada también afecta negativamente el ambiente. Por otro lado, la accesibilidad actual de la carne cultivada es prohibitiva por su alto costo de producción (la producción de la primera “hamburguesa” en Londres, hace una década, costó $300 mil dólares).
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Además, su sabor y consistencia son muy diferentes a la natural, lo cual limitaría su aceptación cultural. Algunas preocupaciones sobre estos alimentos incluyen el riesgo potencial de causar cáncer (por descontrol de la división de estas células), desarrollo de infecciones a gran escala, por la contaminación accidental, durante su producción, con consecuencias catastróficas. Esta nueva forma de producción alimentaria representa una amenaza contra la sostenibilidad de la industria ganadera y la avicultura. ¡Vivamos en armonía con nuestro ambiente!