Consultorio Ecológico; Protección de Valle Nuevo

Consultorio Ecológico; Protección de Valle Nuevo

Eleuterio Martínez

P. Profesor, ¿por qué se necesita proteger a Valle Nuevo?

R. Porque Valle Nuevo significa agua. Mucha agua, tanta que la Presas de Hatillo, el más grande embalse del país y la América Insular, ha sido construida esencialmente para contener los volúmenes extraordinarios que arrastra su cauce cada vez que se presenta una temporada lluviosa y pueda amortiguar los impactos cada vez mayores (cambio climático) en el Bajo Yuna.


Es tanta el agua que produce que ya se han construido cuatro presitas en la coronita más alta de su vertiente nororiental cordillerana (Arroyón, Tireíto, Pinalito y Blanco) y no conformes todavía, se quiere construir otra más (Alto Yuna), esta bastante cuestionable por lo del caudal ecológico, que quiere decir, el agua destinada sustentar y garantizar la vida acuática inmediatamente después del embalse o el muro de la represa.


Pero esa es el agua que se escurre hacia el Cibao Oriental o Valle del Yuna (el Granero Agrícola de la República Dominicana), la Bahía de Samaná y de Nagua (Bahía Escocesa), vale decir, el agua dulce que va hacia el Atlántico; sin embargo, Valle Nuevo también produce este líquido vital para una de las regiones productivas del país, que más la necesita, por la sequía imperante (déficit hídrico permanente) en la Plena de Azua (trasvasada desde el contra embalse de Sabana Yegua a través del Canal Ysura). Esta maravilla que le ha cambiado la vida totalmente a Sabana Yegua y a la misma ciudad de Azua, haciendo productivas tierras que antes eran zonas pre desérticas, las cuales dominaron la Plena de Azua hasta los años 80 del siglo pasado.


La Presa madre en este caso, que ha llevado la prosperidad a la provincia de Azua, se llama Sabana Yegua.
Es decir, ¡Valle Nuevo significa “agua”! y esa es su mayor virtud.

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