Más que una magia, el ministro de Hacienda, José Manuel – Jochi- Vicente cree que la economía de la República Dominicana tiene «un melao».
El funcionario explicó cuáles son las razones por las que, pese a que los embates de la crisis provocada por la pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania y la inflación internacional, el país se ha mantenido a flote económicamente.
«Ese factor confianza que ha venido impregnado por un nuevo Gobierno proinversión, que lo que ha hecho es brindar confianza a los inversionistas locales y extranjeros, y de que este es un país seguro para la inversión, se puede ver lo que está sucediendo en las zonas francas, donde tenemos cerca de 191 mil empleos. Lo mismo está sucediendo en el sector construcción, en hotelería, y en cierta forma por eso digo que no es magia, ese empuje por las políticas que se han implementado ha sido un factor fundamental para ese crecimiento económico«, detalló el funcionario, quien habló durante su participación en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio.
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Las palabras de Vicente se dan en momentos en que el Banco Mundial anunció que el panorama de la economía internacional luce complicado y América Latina no es una excepción: después de Europa es la región que menos crecerá en todo el mundo en 2023.
En su más reciente informe “Perspectivas económicas mundiales” difundido el martes, el BM prevé que la economía mundial crecerá un 1,7% este año y un 2,7% en 2024. Para Latinoamérica estima que el crecimiento se desacelere marcadamente a un 1,3% en 2023, menos de la mitad del 3,6% de 2022, para recuperarse al 2,4% el año próximo.
“La crisis que enfrenta el desarrollo se está intensificando a medida que las perspectivas de crecimiento mundial se deterioran”, dijo David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial. “Los países emergentes y en desarrollo se enfrentarán a varios años de crecimiento lento”, manifestó en un comunicado de prensa.
El pronóstico para la región representa una revisión a la baja con respecto a las previsiones del BM en junio de 2022. En ese momento se estimaba que América Latina crecería este año un 1,9%, es decir 0,6 puntos porcentuales más que el actual pronóstico.
Las previsiones se revelaron en momentos en que existe una elevada inflación, aumento de las tasas de interés, reducción de inversiones y un impacto por la invasión rusa en Ucrania.
La región enfrenta una amplia gama de desafíos: por sus vínculos comerciales está expuesta a la desaceleración de las economías avanzadas y al debilitamiento de China, que reducirá el alza de las exportaciones. Además, se espera que la disminución de los precios de las materias primas y el endurecimiento de las condiciones financieras impacten en la inversión sumado a la persistente inflación, que “sigue siendo un problema importante”, explicó a The Associated Press Philip George Kenworthy, economista del BM.