Luego de la tenaz lucha por una prórroga que pedía el Ministerio Público para depositar formalmente la acusación contra los imputados en el caso Calamar, el tema ahora es que, ya depositada, las partes no han podido tener acceso a la misma.
Ayer, la defensa técnica de Gonzalo Castillo, encabezada por Laura Acosta, acudió acompañada de un alguacil a la Coordinación de los juzgados de la instrucción a recibir la notificación de la acusación, y se la negaron, alegando “que están cotejando las pruebas y solo hay dos empleados asignados para eso”.
Acosta cuestionó cómo pudo la Coordinación de los juzgados de la instrucción recibir y a la vez apoderar a un juzgado de la instrucción sin cotejar las pruebas.
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Se refiere la defensa de Castillo, a que sin haberse hecho el cotejo de las pruebas, ya la coordinación, mediante sorteo, asignó el caso a la magistrada Altagracia Ramírez de la Cruz, del Cuarto Juzgado de la Instrucción.
“Se supone que cuando la Coordinadora recibe, hace un inventario de lo que recibe para remitir la acusación con las pruebas al juzgado apoderado; a mí, simple mortal, cuando deposito algo con muchas pruebas no me entregan acusa de recibo sin cotejar que estén recibiendo cada prueba; o sea, que cuando el Ministerio Público deposita se recibe y se coteja después”, siguió cuestionando Laura.
Consideró “inaudito” que no obstante esas irregularidades, a la defensa de Gonzalo solo le permitieron “luego de mucha insistencia”, ver la acusación por breves minutos “sin poder ni recibir copias ni fotografiar ni nada”, diciéndole que pronto notificarán.