El Consejo de Defensa del exprocurador Jean Alain Rodríguez consideró como un “desatino” del Ministerio Público dejar en el abandono las instalaciones de La Nueva Victoria, no obstante haber aumentado y pagado en diciembre del 2020, RD$220 millones a los contratistas “sin conocida justificación”.

Deploró que la obra por la que está siendo juzgado Jean Alaín como principal imputado en el caso Medusa, haya sido dejada bajo el control absoluto del narcotráfico mientras decenas de personas pierden sus vidas y la propia procuradora Miriam Germán haya sido obligada a mudarse de su casa.

Carlos Balcácer, quien encabeza la defensa, afirmó que la acusación contra el exprocurador no ha podido contradecir que en las licitaciones participaron cientos de empresas y que las obras fueron adjudicadas a las de mayor prestigio con las ofertas más económicas.

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Agregó que tampoco han podido explicar el por qué, si hubo irregularidades la Procuradora Germán Brito “ratificó todos los contratos y les pagó 220 millones adicionales que no estaban contemplados, sin ningún cambio en las obras, basado en una cláusula de “equilibrio económico” para los necesarios ajustes por aumento de la tasa del dólar, ajuste que ya se había realizado”.

Aseguró que de haberse continuado el proyecto penitenciario de la gestión de Jean Alain, “no hubiese existido espacio para que fenómenos de la naturaleza que hoy embarga la Procuradora, se hubiesen realizado”.

Dijo que hacen tres años la Nueva Victoria estaba lista para recibir 3,000 internos y equipada en su primera fase con más de 200 agentes.

“Estaba dotada con sistema de agua, energía y generadores eléctricos, decenas de vehículos, motocicletas, autobuses, 35,000 camas y colchones, sistema de comunicación y seguridad, miles de cámaras de video y computadoras, cocinas y sus enseres, estación de bomberos equipada, 12 caniles de ataque y detección de drogas, biblioteca equipada con más de 30,000 libros,”.

Habían, además, 20 canchas de basquetbol, cuatro estadios de pelota, pista olímpica, gimnasios equipados, naves industriales y talleres para escuelas vocacionales, ocho iglesias completamente amuebladas, tribunales y centros de atención de la salud con sus equipos, uniformes y vestimenta para 8,700 privados de libertad.

”Y sin existir una sola justificación, este trascendental y humano proyecto fue abandonado”, dijo la defensa de Jean Alain en un documento de prensa.