Documental Fiestas de Palos Para que el pueblo no olvide su identidad

Documental Fiestas de Palos Para que el pueblo no olvide su identidad

POR FERNANDO QUIROZ 
Cuando se comenzó a tocar merengue en el país, ya se tocaba palos desde hacía más de 350 años. Esta música y baile forma parte de la tradición y la creencia dominicana. Como una manera de contribuir a que el pueblo dominicano se reencuentre con sus raíces, para que no olvide su identidad, un grupo de periodistas y otros profesionales produjeron el documental Fiestas de Palos, el ritmo de la resistencia.

En una hora presentan un resumen de los orígenes de la cultura de manera audiovisual. Es un documental que cuenta el origen, la evolución y el vínculo  entre  religiosidad popular,  música típica,  salve, danza  y el resto de la cultura dominicana.

Es el resultado de una investigación audiovisual que duró cinco años. Recogen todas las manifestaciones de las fiestas de palos o atabales, desde el culto a los santos hasta el sepelio de cofrades. Pone énfasis especial en los santuarios y en las patronales dominicanas. Sobre esta producción hablaron a La Esquina Joven cuatro de las personas responsables de su elaboración, Adalberto Grullón, Damaris Ramírez, Teófilo Terrero y Togalma Rodríguez. Forma parte también de la producción la periodista Altagracia Salazar.

Grullón expresó que el video tiene fines pedagógicos y de promoción cultural del país, dentro y fuera del territorio nacional. Presenta, agregó, una visión panorámica de la religiosidad popular dominicana y explica las raíces y el desarrollo de los palos o atabales, su uso en ceremonias religiosas y en muchas otras actividades.

Mientras que la periodista Ramírez dijo que las imágenes son inéditas al igual que muchas de las salves y canciones que presenta el video, que al mismo tiempo conduce a quienes tengan la oportunidad de verlo por santuarios y altares rurales desconocidos por la inmensa mayoría de los dominicanos.

“Es una historia real de bailes y velaciones, de paleros y curanderos, de procesiones y devociones, de fe y de hermandad. Es un encuentro con las raíces culturales del pueblo dominicano”, precisó. Ve estas interpretaciones como una gran fiesta con sabor a campo y a sancocho. Los palos o atabales llegaron a la isla con los esclavos negros importados desde África por los colonizadores españoles hace cinco siglos.

Desde entonces constituyen el ritmo folclórico y popular más arraigado en el pueblo dominicano, más inclusive que el merengue, insisten los responsables del documental. A su importancia en la cultura dominicana se agrega el hecho de que las fiestas de palos están presentes en todas las manifestaciones de religiosidad popular de este pueblo. “Es esta la música nacional dominicana. Es el ritmo de la resistencia y de la dominicanidad”, indicó Ramírez.

SUENAN LOS PALOS

Aunque los productores del documental resaltan que en todo el país se tocan palos, señalan que es más acentuado en las regiones desde Santo Domingo, San Cristóbal, Peravia, Jimaní, Pedernales y Elías Piña. También, en el Este, como en las provincias de El Seibo, La Altagracia y Hato Mayor.

Dependiendo de la zona del país donde se toca palo, la característica es diferente. El palo es llamado indistintamente Cañuto, Atabal o quijombo. Tradicionalmente, el grupo de palo lo integran tres instrumentos: El palo mayor (mide unos tres pies) y dos pequeños, a los extremos, llamados alcahuetes. En algunos lugares del país le agregan güira, maracas, panderas, la tradicional tambora o el balsie que también se puede tocar con los pies.

Los Congos, de Villa Mella, que dirige Sixto Minier, declarados por la UNESCO patrimonio de la humanidad, usan también como instrumento una “canoíta”. La fiesta de la Santa Cruz es celebrada, por ejemplo, en El Seibo; Cañafístol, Baní y en Sabana Piedra.

Mientras que la fiesta del Espíritu Santo es celebrada en Santa María, San Cristóbal; Villa Mella y en la comunidad El Batey, de San Juan de la Maguana. Les cantan y tocan también por el nacimiento de un hijo, o una buena cosecha agrícola. Desde hace cuarenta años, una dominicana que reside en Boston viene a Baní a celebrar una fiesta de palo, donde le llaman sarandunga.

En Vicente Noble, una señora que prometió una fiesta de palos si el doctor Leonel Fernández ganaba las elecciones de 2004, realizó una gran actividad. El documental separa un capítulo para el toque de palos en los sepelios, desde el fallecimiento, entierro y novenario.

Merengueros como Kinito Méndez han fusionado en su música los elementos de los palos logrando gran éxito. También han hecho sus aportes Grupo Convite, Luis Días y Roldán Marmol. Damaris Ramírez expresó que en el país se toca palos todos los días, sea en San Cristóbal, Villa Mella, Los Alcarrizos o Los Mina.

Y aunque esta actividad es una herencia de los esclavos africanos traídos al país, su evolución, mezclado con los salves de los españoles, ha dado como resultado la fiesta de palos de dominicanos, única en el mundo. “Los palos de aquí no existen en África, ni los salves en España”, dijo Grullón.  

DOCUMENTAL

Fiestas de palos, el ritmo de la resistencia, es dirigido por Adalberto Grullón. La producción estuvo a cargo de Altagracia Salazar y Damaris Ramírez, la post producción  de Puro Moreno y las fotografías de Luis Méndez, Horacio Turbides. Hamilton Cabrera, Joselito Fermín y Jorge Disla. Togalma Rodríguez participó como asistente principal de producción.

La producción ejecutiva de este documental estuvo a cargo de VIDEO AAA y contó con los auspicios de la Secretaría de Cultura y del Banco de Reservas.

Para elaborar el trabajo, los actores principales fueron los integrantes de los diferentes grupos de palos, aunque consultaron sociólogos, musicólogos y diferentes personas vinculadas al quehacer folclórico.

PRESENTACIÓN

La presentación del documental será el domingo 20 de este mes en la sala Eduardo Brito del Teatro Nacional, a las 8:30 de la noche. Presentaciones simultáneas se harán en Nueva York, Boston, Madrid, Santiago y en otras 30 provincias.

Teófilo Terrero, encargado de la organización del evento, anunció que tras la proyección en pantalla gigante de la investigación, actuarán en vivo varios de los grupos de palos que intervienen en el documental.

LUGARES 

Los productores del documental visitaron más de 50 santuarios populares para la grabación.

Figuran entre esos santuarios el San Francisco de Asís, en Bánica, provincia Elías Piña, el cual es una cueva natural donde según la tradición se apareció San Francisco de Asís, considerado el santo de los pobres. En ese lugar los productores entrevistaron al obispo de la diócesis de San Juan, José Dolores Grullón Estrella.

Otro santuario que es visitado por miles de personas, con su manifestación de fe, es el de la Agüita de Liborio, en San Juan.

 INTERÉS CULTURAL

Sobre el documental, el secretario de Cultura, José Rafael Lantigua, expresó en una carta a Adalberto Grullón y Altagracia Salazar, que constituye un aporte de especial trascendencia para el conocimiento de las raíces culturales.

“En virtud de su alto valor pedagógico, de la calidad de la producción y del contenido cultural de la investigación, traspasada vivamente a la imagen, la Secretaría de Cultura, amparada en las atribuciones que le otorga la Ley 241-00, confiere a dicho material el título de Documental de alto interés cultural”, precisa el alto funcionario.

La décima

Son las creencias de aquí,
un acto de pura fe,
como el que va a un priye,
o el que disfruta un maní,
lo mismo va a un pri prí,
sin ver si es bueno o es malo,
de cultura y tradición,
con la cálida expresión,
de una fiesta de palo.

Juan María del Orbe

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