La sabiduría, el carácter humanista, la profunda vocación cristiana y comprensión del obispo auxiliar de Santo Domingo, Ramón Benito Ángeles, se puso una vez más de manifiesto cuando al oficiar una misa en la Catedral Primada de América en ocasión del 89 aniversario del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones finalizó exclamando ¡dolor y esperanza!
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Fue una eucaristía oportuna para tratar de curar heridas después de las lamentables tragedias ocurridas a nivel nacional a consecuencia de las lluvias e inundaciones por un fenómeno tropical que impactó severamente el país.
Dolor por las tragedias y daños materiales, esperanza por la responsabilidad del gobierno del Presidente Luis Abinader de acudir en auxilio de los afectados y del propio Ministro de Obras Públicas, cuyo incumbente Deligne Ascención, un funcionario muy sensible y humano, con una alma bondadosa y un corazón sincero, no solo lamentó lo ocurrido, sino que trabaja con su equipo casi las 24 horas de día, para reconstruir lo destruido.