En República Dominicana la carga financiera de los hogares es moderada y las personas destinan alrededor de un 17 % de sus ingresos para el pago de deudas. Por otro lado, el 20.4 % de hogares se encuentran sobre endeudados.
El sobreendeudamiento en mujeres es un 19.5 % y en hombres un 22.1 %, esto además afecta más a las personas inactivas o desempleadas y a solteros y sin hijos.
También el sobreendeudamiento es mayor en hogares de menores ingresos por falta de educación financiera.
Así lo revela un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que destaca que en el país la deuda de los hogares es igual al 11.5 % del producto interno bruto (PIB) y el endeudamiento por personas en la fuerza laboral o PEA es de US$2,142.
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Mientras el crédito promedio por hogar es de US$3,231 y más del 90% de esta deuda es en pesos y el resto en dólares. Sin embargo, RD tiene niveles de deuda inferiores a otros países con similar ingreso per cápita.
El informe “En búsqueda de mejores condiciones de endeudamiento para empresas y hogares” revela también que aunque muchos hogares dominicanos y de la región Centroamérica revelan no tener deuda, esto podría indicar que la inclusión financiera continúa siendo un reto de desarrollo de mediano plazo para los países.
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Y esto se explica porque en Haití, Belice, Panamá, México y República Dominicana son especialmente relevantes los préstamos de familiares o amigos, equiparando o incluso superando en importancia al sistema financiero.
El BID estima que con la crisis de la COVID-19 el sobreendeudamiento de los dominicanos pasó de ser 20.4 % a 23.1% (una diferencia de 2.7%) y que aumentó a 5.9% el servicio de la deuda en riesgo.
Por otro lado, el endeudamiento de las empresas dominicanas es 14.7 % como porcentaje del PIB.
BID propone más acceso al crédito
El estudio del BID propone políticas para dar acceso al financiamiento bajo mejores condiciones, incentivar el ahorro formal y al pago de deudas, la educación financiera, la información clara y transparente de los productos financieros y la inclusión financiera femenina.
Para las empresas, incentivos a la inversión oportuna, de información sobre crédito y programas de capacitación, especialmente enfocados en el emprendimiento femenino.