La economía de Estados Unidos creció el 2,1 % en 2022, según el primer cálculo sobre el producto interior bruto anual del país publicado este jueves por la Oficina de Análisis Económico (BEA, en inglés).
Según esta estadística, el PIB estadounidense aumentó el 0,7 % con respecto al trimestre anterior, lo que supondría un ritmo anual de crecimiento del 2,9 %.
Esta subida de siete décimas se produce, señala la BEA, en el marco de una inflación moderada, un desempleo bajo, incertidumbres continuas en la cadena de suministro y tasas de interés en aumento.
El crecimiento intertrimestral se ha desacelerado ligeramente -fue una décima superior en el tercer trimestre-, lo que se atribuye a la bajada en las exportaciones y en el ritmo de la inversión fija no residencial, el gasto del Gobierno estatal y local y el gasto del consumidor, señala la BEA.
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Estas caídas fueron parcialmente compensadas por un repunte en la inversión privada en inventarios, una aceleración en el gasto del Gobierno federal y una disminución menor en la inversión fija residencial. Las importaciones disminuyeron menos en el cuarto trimestre que en el tercero.
Los datos del cuarto trimestre son aún incompletos, explicó la BEA, y esta estimación podría variar, por lo que el dato definitivo no se conocerá hasta finales de marzo.
Aunque con un crecimiento muy inferior al registrado en 2021 (5,9 %), Estados Unidos cierra así el año, con el 2,1 % de crecimiento anual, habiendo olvidado el temor a una recesión tras los dos primeros trimestres de decrecimiento.
Se registraron aumentos en el gasto de consumo, las exportaciones, la inversión en inventarios privados y la inversión fija no residencial, que fueron compensados en parte por disminuciones en la inversión fija residencial y el gasto del Gobierno federal.