Líderes europeos
¿Se originaría en Europa la próxima crisis?
En términos fiscales, Europa será la región con menos espacio de maniobra cuando los vientos financieros se tornen huracanados debido a su alta presión tributaria

Países de Europa se enfrentan a un alto gasto público
Los números —que con el paso del tiempo han adquirido la virtud de las pitonisas— anuncian que el origen de la próxima, y quizá inevitable, crisis financiera global podría hallarse en Europa, no en Estados Unidos ni en Asia.
Si se observa únicamente el tamaño de la deuda pública, pareciera lo contrario: que el epicentro potencial estuviera al otro lado del Atlántico. La deuda pública estadounidense equivale al 120.8 % del PIB, mientras que en la Unión Europea el promedio se sitúa en 81 %, y en la Eurozona, en 88.2 %. No obstante, dos de sus Estados miembros superan con creces la proporción norteamericana: Grecia, con un 162 % del PIB, e Italia, con un 135 %. Francia, por su parte, se acerca peligrosamente al nivel estadounidense, con un 111 % del PIB. En cuanto a la deuda privada, el panorama europeo invita al sobresalto: según el último informe de J. Safra Sarasin, el sector privado acumula una deuda superior al 276 % de su PIB, frente al 235 % de hace una década. Estados Unidos registra un 216 %.
En Asia, las tres principales economías muestran realidades dispares: China mantiene su deuda pública en 83.4 % del PIB; India, en 81.59 %; y Japón la eleva hasta un abrumador 255 %, superando con holgura a todas las demás.
Ahora bien, si dirigimos la mirada hacia las cifras de la carga tributaria, el panorama adquiere un matiz inquietante: son los países europeos los que cuentan con menos sábana para abrigarse cuando arrecie la tormenta.
Y las calificadoras de riesgo ya comienzan a interpretarlo así. En el caso de Francia —la segunda economía europea—, el deterioro de su posición fiscal y la tormenta política que enturbia su capacidad de respuesta han encendido las alarmas. Fitch rebajó, el viernes 12 de septiembre, su calificación crediticia de largo plazo a A+ desde AA-. Poco después, el viernes 17 de octubre de 2025, Standard & Poor’s siguió el mismo camino al reducir su nota a “A+/A-1” desde “AA-/A-1+”. Y Moody’s, aunque mantiene su calificación en Aa3, ha cambiado su perspectiva a negativa. Como si las tres grandes orquestas del riesgo comenzaran a interpretar la misma melodía de advertencia, el eco de sus notas resuena por los pasillos financieros de Europa.
En promedio, la carga fiscal en la Unión Europea asciende al 41.1 % del PIB; en Francia alcanza un 47.4 %, una de las más elevadas del planeta. En contraste, China recauda poco más del 20 %, Japón alrededor del 35 %, India no llega al 18 %, y Estados Unidos apenas supera el 25 % del PIB.
Esto significa que, en términos fiscales, Europa será la región con menos espacio de maniobra cuando los vientos financieros se tornen huracanados, agravados por una arraigada adicción al gasto público que se ha vuelto casi parte de su cultura y cuya reversión resulta cada vez más difícil.
Sí, en Estados Unidos ya se escuchan los truenos de una posible tormenta; sin embargo, su más liviana carga fiscal aún le deja abrigo suficiente para resguardarse de la incertidumbre.
Economía
Economista asegura: crisis de confianza golpea a los partidos políticos dominicanos
Lency Alcántara