Para asegurar el suministro de energía a sus clientes, la nueva administración de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Edeeste) necesitará implementar un plan de inversión a corto y mediano plazo, ya que la pasada gestión solo invirtió un 8% de sus recursos en la expansión de las mejoras de la calidad del sistema de distribución de energía.

El señalamiento lo hizo ayer el gerente de Edeeste, Tomás Ozuna, quien denunció que la institución está en un estado crítico y que tiene deudas ascendentes a más de RD$60 mil millones, además de contratos vencidos por servicios e infraestructura.

Dijo que en Edeeste fueron invertidos en los últimos ochos años US$486 millones, sin que se haya reflejado esta inversión en la mejora de la calidad del servicio ni la reducción de las pérdidas, que alcanzaban el 50% de la energía servida.

Ozuna señaló que en la pasada gestión se compraron más de 700 mil medidores. Sin embargo Edeeste tiene 575,000 clientes con medidores y más de 108,000 contratados de forma directa, por falta de esos equipos.

Informó que los estados financieros no han sido auditados desde el 2017, ni las cuentas bancarias conciliadas en los últimos cuatro años e indicó que a su llegada, la empresa tenía un déficit operativo de RD$1,300 millones.

“Más del 30% de las subestaciones está en un estado crítico, porque sus equipos han agotado su vida útil de 25 años y necesitan reemplazarse cuanto antes”, puntualizó.

Agregó que Edeeste tiene varios circuitos que requieren de atención inmediata por sobrecarga, “lo cual también se debe al enfoque ineficiente de las inversiones realizadas para garantizar el correcto funcionamiento de las instalaciones eléctricas.
“La empresa no tenía en sus almacenes los materiales suficientes para garantizar las operaciones necesarias”, dijo.