Recorrido por la rivera del Río Ozama y los tres Brazo, las lilas y las Cienega, por el paso de la tormenta Fred en foto: Ramón Vicente HOY Duany Nuñez 11- 8-2021
Zonas vulnerables Vecinos se quejaban de que las autoridades no habían ido en su auxilio
Aunque el director del Centro de Operaciones de Emergencia, mayor general Juan Manuel Méndez, dijo ayer que la Defensa Civil realizaba evacuaciones antes de que las tormentas toquen el territorio dominicano, al mediodía de ayer en los sectores más vulnerables del Gran Santo Domingo todavía no se había evacuado a nadie, ni se les había informado a las personas qué lugares funcionarían como albergues.
Ante este contexto, el director de la Defensa Civil, Juan Salas, indicó que el trabajo que hizo el organismo fue de perifoneo en zonas habitadas cerca del río Ozama, “es decir, con un artoparlante se les orienta a las personas que si las autoridades las evacúan, deben salir”.
Por tanto, a pocas horas de que la tormenta Fred llegara al país, en las comunidades de las orillas del río se vivían distintos escenarios, aunque predominaba el de la incertidumbre y preocupación.
A las 10:00 de la mañana había habitantes del sector la Ciénega, en el Distrito Nacional, cuyo entorno es la rivera del río, que ignoraban el peligro, en forma de tormenta tropical, que les acechaba.
Como el señor Edicatrio Montalvo, quien cocinaba un arroz en una estufita eléctrica que conectó de un árbol, en donde tenía electricidad.
Montalvo expresó que al levantarse fue que vió que el tiempo estaba “medio embromón”.
Mientras que el joven Hiram Ventura estaba sentado junto a su vecino Samuel Sánchez, contemplando las fuertes corrientes del río y sin ningún plan de contingencia, mas que el de la improvisación.
Pero el grueso de los lugareños denunciaron que ninguna autoridad había ido a la zona para indicarles los albergues a los cuales podrían acudir si el río se desbordaba.
Igualmente en el sector La Lila, en donde el mismo río representa una amenaza, algunas personas expresaron que solo saldrían “si las cosas se complican porque uno no pueden dejar lo suyo botado”.
En el sector Los Tres Brazos, justo a la orilla del río Ozama, varias familias a las que el caudal les queda en el patio, se mostraron muy nerviosas, pues aunque habían protegido lo más posible sus ajuares, y preparado ropas en fundas, no tenían a dónde ir, ni ninguna autoridad había ido a darles información.
Así, notablemente nervioso y con miedo, un padre se alistaba para ir a trabajar y dejar a su esposa y a sus cuatro hijos solos.
Ramón Vicente muy angustiado miraba a sus hijos y al río, mientras decía que “estamos un poco aturdidos porque hasta ahora mi tormento es que trabajo como seguridad, y mi tormento es la familia sola acá, eso me tiene la mente un poco inquieta y preocupada, pero Dios siempre tiene la última palabra”.
Mientras su esposa manifestó que el “lío” es que viven a orillas del río y aún desconocían a donde ir si la lluvia arreciaba.