Tras el diagnóstico de esta dolencia, es necesario iniciar una serie de recomendaciones médicas
El diagnóstico del hombro congelado se fundamenta en la historia clínica y el examen físico. Nos valemos de pruebas complementarias buscando lesiones que podrían servir como diagnósticos diferenciales.
Entre las pruebas complementarias usadas se encuentra la radiografía, la sonografía músculo-esquelética, la resonancia magnética y la Artro-resonancia.
Clínicamente se ha clasificado la evolución del hombro congelado en cuatro estadios:
• Estadio 1: duración de tres meses, se caracteriza por dolor a la movilización y limitación para completar el arco del movimiento; manifestaciones que ceden al anestesiar al paciente.
• Estadio 2: duración entre tres y nueve meses; el dolor se cronifica y empeora la limitación del movimiento.
En este estadio el arco de movimiento no se modifica con el paciente anestesiado.
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• Estadio 3: duración entre 9-15 meses. El dolor comienza a ceder, pero el movimiento sigue limitado.
• Estadio 4: extensión de síntomas hasta 24 meses, con mínimo dolor y mejoría progresiva del movimiento.
Realizamos intervenciones para mejorar los síntomas y acelerar el tiempo de recuperación. Entre ellas usamos fármacos como los AINES, corticoesteroides orales o vía infiltración (intraarticular o para bloqueo del nervio supraescapular) y la pregabalina.
Indicamos la fisioterapia como pilar fundamental en la recuperación del movimiento y del control neuromuscular.