A: la vicepresidenta y presidenta del Gabinete de Educación Raquel Peña y rectores universitarios
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La educación virtual ha tenido un impacto profundo en el proceso de aprendizaje a nivel planetario, repercutiendo de modo positivo y significativo en la equidad, eficiencia y calidad educativa.

Khan Academy es una herramienta poderosa por sí misma y funciona, además, de manera efectiva como complemento a la educación tradicional; los maestros pueden integrar sus videos y ejercicios en planes de estudio utilizando la plataforma de esta organización virtual para reforzar conceptos o proporcionar apoyo adicional a los estudiantes que lo requieran.

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La formación educacional virtual ha democratizado el acceso a la enseñanza, especialmente en regiones donde las opciones a esta última, en la modalidad presencial, son limitadas; es particularmente importante en países en desarrollo con infraestructura educacional insuficiente con relación a la demanda en momentos de cambios tecnológicos disruptivos. Con la educación en línea, estudiantes de la geografía planetaria pueden acceder a cursos de universidades élite como lo hacen lo de países más desarrollados.

La pandemia de Covid-19 acentuó la importancia de la educación virtual, permitiendo la continuidad del aprendizaje ante el cierre de escuelas y universidades; millones de estudiantes continuaron sus estudios gracias a las plataformas de enseñanzas en línea, mostrando la resiliencia de este modelo educativo en tiempos de crisis. Khan Academy en la pandemia, logró, además, la adaptación de los estudiantes a este tipo de aprendizaje, un modelo que seguirá tomando espacio e importancia en el proceso educativo a corto, mediano y largo plazo donde la innovación en la pedagogía ha permitido a educadores explorar nuevas formas del saber, utilizando herramientas tecnológicas que mejoran la experiencia de aprendizaje. El uso de la Inteligencia Artificial para personalizar la enseñanza o la realidad virtual para crear experiencias inmersivas, es una de las innovaciones que redefinen el proceso educativo contemporáneo.

Este nuevo modelo, además, potencializa la reducción de costos al no necesitar infraestructura física, como aulas y residencias; los centros educativos pueden ofrecer sus servicios a un costo significativamente menor, traduciéndose en una reducción de las matrículas estudiantiles presencial, convirtiéndose en relevante en un contexto global donde los costos educativos superiores están en constantes aumentos.

Sin embargo, a pesar de sus numerosos beneficios, la educación virtual, a la vez, enfrenta desafíos que deben ser abordados para minimizar sus efectos en el proceso de inclusión que le caracteriza pues depende, en gran medida, de la disponibilidad de tecnología e Internet de alta velocidad, generando una brecha digital entre quienes tienen acceso a estos recursos y quienes no, disparidad que se profundiza en regiones y en países en desarrollo con infraestructuras tecnológicas limitadas.

Garantizar la calidad de la educación virtual se ha convertido en otro desafío esencial a medida que proliferan los cursos en línea, es de rigor fundamental que las instituciones educativas mantengan alto estándares de enseñanza, permitiendo a los estudiantes adquirir las competencias necesarias.