En el macroentorno actual, más allá de la naturaleza, el tamaño, el posicionamiento, la participación de mercado, la cantidad de recursos disponibles y el número de clientes cautivos de las organizaciones, están sus competencias, habilidades y mecanismos tendentes a mantenerlas cercanas, sostenibles, productivas y competitivas. Para ello, es esencial que sepan reaccionar frente a los cambios continuos que acontecen en los ámbitos en los que llevan a cabo sus distintos procesos y operaciones.

Diagnosticar, conocer y gestionar las características y desafíos que rodean el entorno global actual, es, sin ninguna duda, el safío más relevante que tienen por delante los directivos, ejecutivos y gerentes de las organizaciones. En la presente realidad, la verdad es que el talento humano responsable de gestionar estratégicamente el desempeño de las organizaciones, está más compelido que nunca a aprender a pensar, decidir y actuar rápido y bien. Es decir, alcanzar logros tangibles e intangibles con el menor riesgo posible.

La nueva realidad, caracterizada por muchos y diversos tipos de desafíos, incertidumbres y ansiedades, provenientes de eventos globales, muchos de los cuales difíciles de prevenir, por ejemplo, la cuarta revolución industrial, los efectos de la pandemia COVID-19, el resurgimiento de las guerras entre países, cuyos líderes políticos pretenden extender su poder territorial y consolidar su hegemonía económica.

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Si algo ha enseñado la realidad actual, a los países, a los Estados, a los gobiernos, a las empresas y a los ciudadanos, es lo relativo a la velocidad, magnitud y versatilidad de los cambios que acontecen en los diferentes ecosistemas que inciden de manera directa en el comportamiento de los macrosistemas. Hoy, vivir al margen de los cambios es una pésima decisión. ¿Por qué muchos líderes políticos, empresariales, laborales, académicos y sociales del mundo, piensan, deciden, actúan y hablan como si la realidad actual no fuese una consecuencia derivada de los múltiples cambios registrados en todos los ámbitos del planeta Tierra?

En este contexto, a juzgar por la sistematicidad de la visibilidad de los mensajes que integran el relato institucional del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), podría decirse que éste es uno de los componentes del Sistema Educativo Dominicano, que más se ha interesado en entender e incorporarse a la ola de cambios que subyacen en los distintos ecosistemas del macroentorno actual.

Los procesos de cambios, que rodean todas las actividades humanas, son innegables e ineludibles. Ninguna organización puede darse el lujo de ignorar las diferentes dimensiones del cambio. Operar al margen de los efectos de los cambios, es morir lentamente, pero seguro. Todo apunta a que el INFOTEP, liderado por el profesor Rafael Santos Badia, tiene actitud por entender y montarse en la ola de cambios
globales, los cuales subyacen en todos los ecosistemas del macroentorno actual.

Otras evidencias del espíritu proactivo que caracteriza el ADN del INFOTEP, son la realización de la consulta nacional sobre el futuro de la Formación Técnico Profesional (FTP) en la Republica Dominicana, así como los esfuerzos dirigidos a crear un ecosistema de innovación, con el cual se pretende impulsar una oferta de servicios innovadores y de calidad, alineados a las necesidades de desarrollo de la industria 4.0, con la finalidad de contribuir a la empleabilidad, el emprendimiento y a elevar la productividad de las empresas.

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Desde la mirada del cambio, recientemente, el INFOTEP lanzó una iniciativa denominada “Formación para Dominicanos en el Exterior”. La misma, consiste en un programa de capacitación, validación profesional y certificación de competencias, con la que se busca beneficiar a 10 mil dominicanos residentes en 18 ciudades del mundo, o en proceso de migración. Además, esta estrategia facilitará que los dominicanos de la diáspora desarrollen capacidades técnicas, para que tengan la oportunidad de obtener empleos mejor remunerados, y así elevar su calidad de vida.

Con este programa, dominicanos residentes en Lawrence, New York, New Jersey, Tampa, Orlando, Miami, Pensilvania, Puerto Rico, Venezuela, Chile, Uruguay, Aruba, Antigua y Barbuda, Bonaire, Jamaica, Curazao, Trinidad y Tobago y Panamá, recibirán capacitación en diferentes áreas. Además, la novedosa iniciativa se desarrollará en la modalidades virtual y presencial. En este orden, la diáspora recibirá cursos presenciales,
tales como: electricidad residencial y comercial, paneles solares, plomería residencial y comercial, calefacción residencial y comercial y refrigeración.

Mientras, en la modalidad virtual se ofrecerán Diplomado en Liderazgo Transformador y cursos sobre desarrollo de aplicaciones en las nubes, desarrollo App, desarrollo de contenidos para la red, diseño gráfico digital, elaboración de página web, gestión de redes sociales, ilustrador storytelling, inglés, contabilidad, venta, manejo de programa de oficina y digitalización, entre otras acciones formativas.

Ojalá que los directivos, ejecutivos, gerentes y el personal de apoyo del INFOTEP, logren percibir y desarrollar de manera sistémica y estratégica, cada una de las iniciativas docentes, tecnológicas, infraestructuras físicas y financieras, presentadas a la opinión pública nacional e internacional, con la aspiración de alinear el pensamiento, las decisiones y acciones institucionales, a los inevitables e ineludibles cambios de alta incidencia en el comportamiento del macroentorno global actual. La sinergia entre los grupos estratégicos y de interés del INFOTEP, será la clave para transformar los contenidos de su relato en logros significativos de alto valor agregado.

Un segmento importante de la sociedad dominicana, expresó a través de la consulta nacional sobre el futuro de la Formación Técnico Profesional (FTP) en la Republica Dominicana, el deseo de que el talento humano directivo y estratégico del INFOTEP, piense, decida, actúe y hable desde lo planteado por el fundador y director general del Foro Económico Mundial, profesor Klaus Schawab: “Las nuevas tecnologías están cambiado la manera en la que vivimos, trabajamos y nos relacionamos los unos con los
otros, y la velocidad, amplitud y profundidad de esta revolución nos están obligando a repensar cómo los países se desarrollan, cómo las organizaciones generan valor e incluso qué significa ser humanos”. (La cuarta revolución industrial, 2016).