Nadie quiso prestarle atención al entonces presidente de la Suprema Corte de Justicia Jorge Subero Isa cuando advirtió, en medio de las discusiones de la reforma constitucional del 2010, que la creación del Tribunal Constitucional (TC) provocaría un “choque de trenes” entre los poderes del Estado, y no faltaron quienes calificaron esa advertencia como una exageración o un tremendismo. Ahora el doctor Subero, recordándonos que siempre ha sido partidario de que el TC sea una sala de la Suprema Corte de Justicia, puede estrujarnos en la cara aquella advertencia. Y, efectivamente, así lo hizo, al criticar la decisión de la alta corte de permitir la inscripción de candidaturas independientes, rechazada a unanimidad por nuestra partidocracia bajo el argumento de que constituye una amenaza para el sistema al tiempo que ensancha la puerta a la infiltración del crimen organizado.
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“La tendencia que tiene el Tribunal Constitucional es ir invadiendo cada día atribuciones a otros poderes del Estado; yo creo que se están atribuyendo funciones que corresponden al Congreso Nacional, y no solamente eso, sino que están confundiendo al evaluar la legalidad que corresponde a los tribunales y no a esa alta corte”. ¿Qué hacer entonces con las candidaturas independientes? Según el expresidente de la Suprema Corte de Justicia, quien reconoce que tras su creación el TC ha tenido mas luces que sombras, la JCE no puede hacer nada salvo acatarla, pero señaló que es al Congreso Nacional al que corresponde hacerle las correcciones necesarias previo acuerdo político entre los partidos allí representados.
Lo que no debería representar ningún problema, pues los partidos han rechazado, todos a una, la decisión de la alta corte, sobre la que presentarán una posición conjunta ante el órgano electoral. Y como se trata de un asunto de supervivencia, de preservar potestades y privilegios, que nadie dude que encontrarán el bajadero mas apropiado y conveniente a sus intereses.