Miles de estudiantes en escuelas a lo largo y ancho de Virginia (EE.UU.) pararon este martes las clases para rechazar las nuevas directivas promovidas por el Gobierno estatal republicano que retiran las protecciones a los estudiantes LGTB.
Al canto de “protejan a la juventud trans” y los “derechos trans son derechos humanos”, más de 10.000 jóvenes en 98 institutos de secundaria dejaron las aulas para participar en las protestas, de acuerdo con el grupo de jóvenes activistas Pride Liberation Project.
Las normativas, publicadas a mediados de septiembre por el Departamento de Educación de Virginia, pero que aún no han entrado en efecto, obligan a los estudiantes a usar los baños y vestuarios del sexo que le fue asignado al nacer, al igual que exige tanto un documento legal como la aprobación de los padres para cambiar el nombre y los pronombres de los menores, entre otras medidas.
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Para los estudiantes LGTB, las nuevas reglas atentan contra sus derechos y hacen que los centros educativos ya no sean un espacio seguro para ellos.
“Estamos perdiendo un lugar seguro en los colegios para los estudiantes que no lo tienen en su hogar y para los que la escuela era el único sitio” donde podían expresar libremente su sexualidad o identidad de género, dijo a Efe Rivka Vizcardo-Lichter, estudiante de segundo año de secundaria y líder estudiantil.
Además de forzar a los alumnos a participar en deportes con personas del mismo género que les fue asignado al nacer, la nueva normativa prohíbe que los profesores “oculten” información sobre un hijo a los padres y les da la potestad de prohibir que reciban orientación relacionada con el género.
La gobernación de Virginia, liderada por el republicano Glenn Youngkin desde enero, decidió cambiar las directrices anteriores, que protegían la expresión de género de los estudiantes, alegando que “menospreciaban los derechos de los padres” y “promovían una transformación social y cultural en los colegios».
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Estas nuevas medidas, señalan los estudiantes que organizaron las marchas de este martes, fuerzan a los jóvenes LGTB a salir del armario frente a sus familias y pueden poner a algunos en situaciones de violencia o discriminación.
“Tengo amigos que son trans o que son no binarios y esto en la práctica les expondrá a sus padres y creará una situación peligrosa en sus hogares”, dijo a Efe Diego Vega, quien participó en una de las marchas en la escuela de secundaria Osbourn Park en Manassas (Virginia).
Junto con Vega, unos 200 estudiantes salieron de las aulas alrededor de las 14.00 hora local (18.00 hora GMT) y se congregaron en el estacionamiento del colegio con pancartas a favor de la comunidad LGTB y en especial de los jóvenes transgénero, según pudo comprobar Efe.
De ser aprobada la normativa, que tiene un periodo de 30 días para que el público haga sus comentarios antes de entrar en vigor, Diego, que usa el pronombre neutro “elle”, teme que los profesores no le hablen de la manera que prefiere.
“Nosotros los estudiantes trans y queer nos convertiremos en el blanco de odio por parte de los demás compañeros”, aseguró.
Virginia se está uniendo a una tendencia nacional- En lo que llevamos de 2022 se han presentado más de 300 proyectos de ley que señalan a la población LGTB en distintas legislaturas estatales del país, de acuerdo con la ONG Human Rights Campaign.
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Este tipo de legislaciones van desde prohibiciones a que las jóvenes transgénero participen en equipos de mujeres, pasando por restricciones, a que los menores de edad accedan a tratamientos de reasignación de género.
Bajo la anterior Administración estatal de Virginia, encabezada por el demócrata Robert Northon, las normativas que regían el trato a los estudiantes trans y sexualmente diversos permitían que los jóvenes usaran el nombre y los pronombres que reflejaran su identidad sin tener que presentar ninguna prueba y obligaba a los profesores a respetar esa decisión.
A su vez, permitía el uso de baños e instalaciones a los estudiantes de manera consecuente con su identidad de género.
Virginia es hogar de unos 6.200 jóvenes transgénero, indica un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, en inglés).