1. Luego de 31 años de dominio absoluto de la cultura light instaurada a escala planetaria por la globalización y el neoliberalismo, ¿puede razonablemente decirse hoy que con la prolongada guerra de desgaste entre Rusia y Ucrania y con el acuerdo de cooperación en contra del tipo de capitalismo salvaje de ganar-perder ha comenzado el “declive” de la hegemonía de la cultura light y su base materialista con sus respectivos pilares de la permisividad-relatividad-consumismo y hedonismo? Putin dijo que lo peor de esa guerra no ha llegado todavía.
2. Lo que parece ser una inflación planetaria incontrolada en los países de Europa, los Estados Unidos y América Latina, producto de la pandemia del covid-19 y sus variantes, y del nuevo componente de la guerra ruso-ucraniana que ha acelerado la inmediata subida de precios de las materias primas y de los bienes y servicios industriales (gas, petróleo, etc.) y la impotencia de los gobiernos para cortar de raíz dicha inflación que ya está erosionando la base social de apoyo de los sectores bajos y medios de la sociedad a su respectivo gobierno, ¿puede decirse que el panorama actual de la economía mundial obedece a una crisis de hegemonía de la acumulación de capitales y riquezas que había sido hasta la caída de las torres gemelas un privilegio exclusivo de los Estados Unidos, mientras que los demás países que fueron imperios se conformaban con las piltrafas que les dejaba el león mayor? La crisis de la OTAN, acelerada por Donald Trump y en intento vano de su rescate por parte de Joe Biden no ha mejorado la situación. Al contrario, la inflación internacional ha provocado que cada gobierno europeo y el de Biden se concentren en buscar una solución a la crisis económica que el reparto de la acumulación compartida ahora por China, Rusia y la India reconfigure el mapa geopolítico internacional. La ideología de este trío es ganar-ganar sin importar el tinte político de los gobiernos con los cuales comercian.
3. A esta nueva reconfiguración del reparto de la acumulación de capitales se suma el nuevo ingrediente de la guerra ruso-ucraniana que ha venido también a reconfigurar el mapa político de la Unión Europea con la entrada en crisis de Alemania, cuya hegemonía sobre Europa diseñó con tanto esmero Ángela Merkel y dominio que ha venido a caer en picada con el nuevo primer ministro Stoltz, a quien Rusia le ha cortado el suministro de gas y petróleo, al igual que a los otros países de la UE que apoyaron las sanciones económicas al oso moscovita. Y por otra parte, el segundo país hegemónico en la economía europea, Francia, con Emmanuel Macron a la cabeza, empeñado en colocar a su país en el primer rango de las naciones europeas, se ha dado de bruces con las elecciones legislativas del 15 de junio y ha salido más descalabrado que durante su primer mandato, pues perdió la mayoría absoluta que tuvo en el Parlamento y ahora ha tenido que negociar con Los Republicanos a cambio de lo que estos burócratas insaciables pidan por su apoyo que redondea la mayoría relativa de los 289 votos necesarios para aprobar leyes. Pero todavía es muy temprano para predecir lo que sucederá con ese cóctel compuesto por la NUPES encabezado por la Francia Insumisa de Jean-Luc Melenchon y el partido de Marine Le Pen y las demás formaciones minoritarias que pueblan esa olla de grillos que es el Parlamento o Asamblea Nacional. Y en Italia, la caída de Mario Draghi no apunta nada bien para las fuerzas liberales y sí, en cambio, para la derecha y la ultraderecha pequeño burguesa heredera del legado del desastre de 1914-18 que pugna por ocupar el vacío político del neoliberalismo y la globalización.
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4.En estos 31 años de dominio absoluto de la cultura light, se produjo el más prolongado vacío intelectual a escala planetria jamás conocido en Occidente. Ni siquiera en “los años locos” que precedieron y siguieron a la Primera Guerra Mundial hubo semejante vacío cultural y literario. Al contrario, la caída de la república de Weimar avivó el trabajo teórico de sociólogos, politólogos, críticos de arte y literatura y de los mismos creadores de ficción que entraron en liza frente al naciente fascismo instaurado en Italia por Mussolini y la amenaza que se veía venir con el triunfo en 1933 del nacionalsocialismo de Hitler. A partir de la ascensión de Hitler como primer ministro, lo que vino fue la previsible respuesta a la humillación de Alemania en 1914-18 y como resultado, el surgimiento de la pequeña burguesía en todos sus estratos y su apoyo total a estos gobiernos autoritarios y dictatoriales.
Práctica de sujetos, nada de lo que ocurrió en la conformación de la unidad del eje Berlín-Roma-Tokio fue una aberración. Práctica política de sujetos en busca de solución a las derrotas de la primera conflagración mundial.
5. Durante el período que duró la Segunda Guerra Mundial, se produjo la expansión de la revolución literaria, filosófica, cultural y artística de Europa -el surrealismo- , el cubismo, el existencialismo sartriano y la filosofía del absurdo de Camus, todas las escuelas de pintura florecieron en Europa y hubo una floración de movimientos culturales y de publicación de libros y revistas como no se había visto nunca y hasta se produjo el milagro del Gobierno del Frente Popular de socialistas y comunistas. Toda esta actividad está a mil años luz de lo ocurrido después de 1989 y 1994 con la caída del muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética, dos acontecimientos que cedieron el paso a la sociedad unipolar del capitalismo salvaje llamado globalización o neoliberalismo, cuya teoría y práctica del arte, la literatura y la cultura, así como la extirpación de raíz de todas las disciplinas humanistas, fue la cultura light, la cual implantó de cuajo la abolición de las prácticas culturales que cuestionaron radicalmente los productos elaborados por el posmodernismo, implantador por excelencia de la permisividad, el consumismo, el relativismo y el hedonismo y su tope de mesa del materialismo en punto a de discursos y prácticas artísticas, literarias, filosóficas y sociológicas. En una palabra, la quema en la pira medieval de la nueva Inquisición del pensamiento.
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Conclusiones
§ 6.La resaca de la marea de la cultura light en la República Dominicana fue, y sigue siendo, devastadora. Un populismo y una demagogia artística y literaria, así como una devaluación radical de cualquier pensamiento dialéctico que cuestionara las prácticas light de una camarilla apandillada por la mediocridad productora de una literatura del signo. El populismo literario que se erigió como hegemónico adoptó como procedimiento universal la imitación del registro oral en contra del registro estándar, al ignorar que el valor literario está en la configuración de la oralidad como ritmo de la obra y no en la imitación del habla coloquial de las clases populares, lo cual derivó en una demagogia lingüística que entronizó desde el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Educación unas prácticas sociales desprovistas del eje transversal de las humanidades. Se produjo en estos 31 años de cultura light en el país una floración de maestros y literatos analfabetos cuyas deficiencias han sido señaladas por los últimos lugares que ocupa el país en el reglón del dominio del idioma español, la matemática y otras disciplinas que requieren un esfuerzo del pensar como creación de un pensamiento nuevo. Sin la producción de pensamiento nuevo en nuestra cultura por parte de poetas, escritores, pintores y demás artistas y cultores de los discursos informativo-ideológicos estamos condenados a consumir la repetición en todas las disciplinas que conforman la reserva cultural del país.
La vulgaridad, las palabras obscenas y el impudor del yo han marcado los textos literarios y la música popular del populismo demagógico de la cultura light. En mi libro El sujeto dominicano. Aspectos de su especificidad (Santo Domingo: Editora de la UASD, 2011) situé los efectos políticos e ideológicos de algunos textos light de escribientes dominicanos de literatura del signo y de ese tipo de cultura que es hoy hegemónico en nuestro país.