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Autoridades federales de Estados Unidos presentaron cargos criminales contra líderes de la banda Los Trinitarios, la cual nació al final de los ochenta en Nueva York y que se ha convertido en una organización criminal caracterizada por el uso de la violencia extrema.
La pandilla Los Trinitarios nació en la cárcel de Rikers Island y se inició con presos dominicanos y estadounidenses de origen dominicano. Se han destacado por usar los símbolos patrios de República Dominicana para identificarse. Mientras que su nombre es una alusión a La Trinitaria, la sociedad secreta creada por los Padres de la Patria para impulsar la Independencia Nacional.
Desde sus inicios en Nueva York, el mecanismo de crecimiento de Los Trinitarios ha sido reclutar sus integrantes en las escuelas y sobre todo integrando menores de edad.
Están divididos en los que velan por la puntualidad en el área disciplina, los ángeles (que asisten a los jefes y atienden a las nuevas incorporaciones), los Tesoreros (llevan la contabilidad) y están los Guerreros universales (que organizan la forma de pelear).
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Pandilla transnacional
Los Trinitarios se han extendido por muchos países. En España se han enfrentado con los Dominicans Don’t Play (DDP) en choques que han tenido que ver por el control de territorios. De igual forma en el 2024 se informó de apresamientos de pandilleros de Los Trinitarios en Chile.
Hace 10 años en España, Ana Isabel Álvarez Aparicio alertó sobre la situación actual de la banda latina «Los Trinitarios» en España, advirtiendo que es “una de las bandas más activas, peligrosas y violentas en territorio español, con especial incidencia en Cataluña y Madrid”.
En su reporte de la revista del Instituto de Estudios de Policía asegura que “esta banda, de carácter fuertemente estructurado y jerarquizado, se rige por férreas normas internas de obligado cumplimiento, experimentando un repunte en su actividad delictiva en los últimos tiempos”.
El portal Insithg Crime cataloga a esta banda de que utiliza la violencia extrema y que tiene una estructura muy centralizada, altamente jerárquica y que además son capaces de reclutar, armar y desplegar números importantes de adolescentes desilusionados.
“La cohesión interna se mantiene por medio de un estricto código y un capital colectivo generado mediante cuotas de afiliación mensuales”, indica el portal.
