República Dominicana debe formular políticas públicas dirigidas al desarrollo de la zona fronteriza, para que sirva como principal muro de contención de la inmigración haitiana y nativa hacia la zona urbana.

También se debe aplicar políticas orientadas a evitar el despoblamiento de los pueblos de la frontera por parte de los dominicanos. Así lo afirman los economistas Juan del Rosario Santana y Wagner Gomera Aquino, en un ensayo de la Unidad de Estudios de Haití (UEH), del Centro de Estudios P. José L. Alemán de la PUCMM.

Destacan que en las provincias de la zona fronteriza dominicana existe una baja capacidad para retener la población nativa, pero sí una importante capacidad de retención de inmigrantes haitianos.

Del Rosario y Gomera entienden que la Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI 2017) ubica las provincias fronterizas de Pedernales, Montecristi y Elías Piña entre las tres primeras con mayor presencia de inmigrantes haitianos, lideradas por Pedernales, con 27.3%; Montecristi, con 26.7%; y Elías Piña, con 24.6%.

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En cuarto lugar, se encuentra Valverde, con 21.9%; le siguen El Seibo, con 19%; La Altagracia, con 16.7%, y Dajabón, con 14.9% (zonas productivas).

Y en la zona fronteriza, donde los niveles de pobreza son los más altos, a ambos lados de la frontera, la elevada densidad poblacional en los departamentos de la República de Haití, es más alta y es en promedio 18 veces la existente en las provincias del lado dominicano.

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Esto también se explica, porque por la dinámica económica que genera el comercio fronterizo que se realiza bajo diferentes modalidades, a través de 31 puntos fronterizos.

El ensayo resalta que en la ENI los motivos indicados por los inmigrantes para desplazarse a la República Dominicana son, 75.8% aduce razones directamente económicas: búsqueda de empleo (42.5%) o de mejores condiciones de vida (33.3%), un 10.9% manifestó motivos familiares, en tanto que, el 4.3% planteó la educación.