Josefina Miniño 
Sesenta años en la danza

<P><STRONG>Josefina Miniño <BR></STRONG>Sesenta años en la danza</P>

Satisfecha.  La bailarina y profesora destaca el avance de la disciplina en el país. Llegó a este arte cuando ser artista era casi  un pecado. Ella y sus colegas  de la época dignificaron la profesión y lograron romper con  ese prejuicio

Bendecida de la danza, así se siente   la conocida bailarina y profesora Josefina Miniño, al arribar   a sus seis décadas de trayectoria en tan  fascinante arte.

 Un brillo especial asoma a sus ojos cuando habla de  la danza, profesión en la que se inició a los ocho años, edad en que  la mayoría de las niñas están jugando con sus muñecas.

 “Me siento con el deber cumplido y satisfecha con el aporte que he hecho a mi país y a diez generaciones. Aún me mantengo con toda esa pasión como maestra para mis alumnos y el folclor dominicano”, afirma esta gran mujer, al tiempo que indica que tiene el compromiso de seguir entregando sus conocimientos a las generaciones venideras.

Josefina entró al  espectáculo como vedette y cantante aficionada  a principios de los  50, de la mano del maestro Rafael Solano, quien  trabajaba en La Voz Dominicana. Con la frescura que da tan tierna edad, la bailarina se le acercó al compositor de “Por amor” y le dijo: “Maestro, yo canto”.

Según recuerda la bailarina, Solano vio  en ella buenas cualidades  por lo que la llevó a La Voz Dominicana. Por su aptitud ganó un concurso de cantantes, mientras se educaba en danza

Con su hermano José, entonces de 10 años (ya fallecido), Josefina fue contratada para participar en el espectáculo de la inauguración de la televisión dominicana. Apenas tenía nueve años.  “Eso me hizo crecer mucho. Cuando vi que me contrataron sentí que subí al cielo, porque la danza yo la sentía con pasión, aunque no había recibido todavía ninguna educación académica”, asegura Josefina, quien gracias a su talento y estudios compartió el escenario con los bailarines más excelsos de su generación. 

La profesora cita entre sus logros haber llenado el Madison Square Garden con el espectáculo   “Tierra adentro”, haber traído al país la danza contemporánea y expandir el folclor en el país.

Dice estar agradecida del cariño y respeto que el pueblo le prodiga a ella, a su esposo, Papa Molina, y a su hijo José Antonio.

No se retira.  A pesar de su vasta trayectoria, Josefina no piensa en el retiro, aunque entiende que a veces se debe hacer una pausa en el camino.      “Yo estaré como la marea, es decir, estaré yendo y viniendo. Estaré como ese ángel guardián protegiendo la danza y como decía esa gran amiga mía Casandra Damirón: desde que amanece con el machete en la mano para limpiar el camino a toda la gente de mi profesión dancística”.

Proyectos.  Como parte de sus planes para este año, la profesora tiene en mente hacer  una “Noche Molina Miniño”, espectáculo en el su esposo participaría con una “big band”, ella con el Ballet Folclórico y su hijo José Antonio al frente de la Orquesta Sinfónica.

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