La herencia indeseada

La herencia indeseada

Bonaparte Gautreaux Piñeyro

En pleno Gobierno presidido por el licenciado Danilo Medina Sánchez reclamé, en más de una ocasión, la falta de realizaciones, que terminaran alguno de los problemas fundamentales del país. Me refiero, sin que la lista sea exhaustiva, a problemas y asuntos que afecten el verdadero desarrollo del país, que abren la puerta hacia el real progreso de la nación.

Contrario a la naturaleza, los Gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana se caracterizaron por actuar contrario a la gallina que canta cuando pone el huevo, y se dedicaron a la malsana y antigua política de cantar que iban a hacer, cacarear lo que parecían ser sus sueños de niños, mientras el tiempo pasaba y lo que crecía de manera espectacular e indeseada en una carrera ciega hacia el precipicio, era la corrupción en todas las direcciones.

Se entiende, aunque no se acepte ni permita, la sed inconmensurable de los peledeístas por acumular dinero, por tener dinero, era una sed que todos sabíamos que tenían, pero nunca pensamos que fueran capaces, ni siquiera, de intentar saciarla robando, sin límites, dinero del erario.

El dinero tiene ventajas tales como ascenso en la escala social, colocarse en el tope de la sociedad, convertirse en el modelo de persona económicamente exitosa, producir un cambio cósmico en quienes trafican con drogas, quien tiene abiertas las aduanas para importar cualquier bien sin pagar aranceles.

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Para llegar, usaron la honestidad como una bandera de lucha, su norte era asumir el poder para sanear las finanzas, invertir los dineros del erario de manera inteligente y limpia con la mayor escrupulosidad, destinar cada centavo recaudado por los mecanismos legales, para cubrir los ancestrales déficits en educación, en edificios escolares e investigación científica, en aumentar la producción agropecuaria, en carreteras y caminos, en acueductos, en hospitales, en carreteras y caminos de calidad en puentes, en puertos, politécnicos de los cuales egresen técnicos medios tales como carpinteros, ebanistas, mecánicos de automóviles, mecánicos de equipos pesados, plomeros, electricistas, torneros.

No usaron adecuadamente la inversión en la higienización de los hospitales públicos y su avituallamiento. Descuidaron la vigilancia de las costas, aunque algunas se convirtieron en desembarcaderos de drogas que periódicamente usaban las costas para su negocio maldito. No supieron, ni les intereso, una reforma a la Policía que abarque desde el ingreso, los estudios, las practicas, ascensos, las promociones especiales, los sueldos y regalías.

Expresamente deje para hablar de último el sector energía. Cuanto descuido.

En una palabra, los Gobiernos del PLD no resolvieron uno de los problemas reales cuya solución demanda la sociedad dominicana desde la muerte del tirano Trujillo.

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