Puerto Príncipe, Haití. — Miles de haitianos asistieron el miércoles a los funerales de personas que han muerto en las manifestaciones para exigir la renuncia del presidente Jovenel Möise. Se realizaban 11 funerales de los al menos 20 muertos en seis ciudades.
En una iglesia en Puerto Príncipe se mezclaron las lágrimas y el sudor en una iglesia atestada en el barrio de Delmas. Algunas mujeres gritaban, se mecían adelante y atrás, y se caían al suelo.
Había neumáticos ardiendo afuera de la iglesia, donde la gente gritaba “íAbajo Jovenel!» y “íJovenel tiene que irse!». Jean-Mary Daniel, de 42 años, dijo que las muertes no detendrán las manifestaciones que mantienen muchas escuelas y negocios cerrados desde hace cinco semanas.
“La muerte de un soldado no significa la destrucción del ejército», afirmó. Moïse dijo en conferencia de prensa el martes que sería irresponsable renunciar y reiteró llamados a un diálogo. Pero los dirigentes de la oposición rechazan esos llamados y dicen que seguirán organizando manifestaciones hasta que Moïse renuncie. La corrupción, la inflación que alcanza el 20% y la escasez de productos básicos como la gasolina son los grandes motores de las protestas.
El 60% de los 11 millones de haitianos viven con menos de dos dólares diarios y el 25% con menos de un dólar diario. En la víspera, la Misión de Apoyo a la Justicia en Haití de la ONU puso fin a sus operaciones, y por primera vez desde 2004 no hay una fuerza de paz en este país.
El jefe de las fuerzas de paz, Jean-Pierre Lacroix, dijo al Consejo de Seguridad que desde 2004 se han registrado progresos “considerables, pero los logros de estabilidad siguen siendo frágiles y deben arraigarse más profundamente en la democracia y el desarrollo».
Añadió que “el contexto actual no es el ideal para poner fin a 15 años de mantenimiento de la paz en el país», pero aseguró que la ONU no se retira totalmente de Haití. Las fuerzas militares de paz de la ONU abandonaron Haití el 13 de octubre de 2017 al cabo de 13 años. La misión estabilizadora permaneció para entrenar a la policía nacional, ayudar al gobierno a fortalecer las instituciones judiciales y legales y vigilar el respeto por los derechos humanos. E
l miércoles, una misión política llamada Oficina Integrada de la ONU en Haití reemplazó oficialmente a la misión estabilizadora. ——— Las periodistas de The Associated Press Rebecca Blackwell en Haití y Edith M. Lederer en Nueva York contribuyeron a este despacho.