Parte 1/2

Hace unos días formamos parte de un coloquio en el Centro Cultural Banreservas, junto a Mijail Peralta, gerente del centro; Fari Rosario, autor del libro; y José Guerrero, antropólogo y experto en el tema, en compañía de un público apasionado por la obra de Maggiolo. El evento giró en torno al ensayo “Lo real maravilloso en la novela de Marcio Veloz Maggiolo: las resonancias del mito, la magia y lo siniestro”. Aunque algunos podrían cuestionar la prontitud de calificar una obra desde el inicio, permítanme decir que el entusiasmo que ha despertado en mí la lectura de este libro es inmenso: me parece un libro excepcional. En sus páginas se revela el profundo pensamiento de Marcio Veloz Maggiolo, acompañado por la aguda crítica de un escritor, filósofo, investigador y, sin duda, amigo cercano del autor.

A sabiendas de que algunos podrían no estar de acuerdo, considero que el narrador es un elemento crucial en cualquier novela. Es a través de él que se nos cuenta la historia, y de su manejo dependerá la verosimilitud y credibilidad que esta adquiera. Es fundamental reconocer el papel que desempeña este componente y abordarlo con la sutileza que merece. Toda narración, ya sea en la literatura o en la vida real, está profundamente influenciada por quien la cuenta. La postura del autor es igualmente significativa. En el caso de Marcio Veloz Maggiolo, su condición de intelectual experimentado se refleja en un narrador que se mantiene desapegado, proporcionando una descripción objetiva de los acontecimientos sin intervenir con juicios de valor. Esto permite al lector formar sus propias opiniones sobre la trama, lo que enriquece su experiencia al no sentirse condicionado por la voz del narrador.

En cuanto al ensayo, por su lado, es un género literario que se distingue claramente de la novela. Al leer a un ensayista, como Fari Rosario, buscamos su perspectiva personal; queremos explorar sus premisas y participar en un diálogo con sus argumentos y contraargumentos. Además, nos interesa saber a quién considera relevante citar, como se observa en la obra que aquí analizamos. En ambos casos, tanto en Marcio Veloz Maggiolo como novelista, como en Fari Rosario como ensayista, se evidencia un dominio profundo e ilustrado de los mundos que describen, lo que dota a sus textos de una coherencia y solidez notables. Veloz Maggiolo despliega un conocimiento detallado de la historia, la cultura, los mitos y las religiones que enmarcan sus narraciones, lo que le permite construir personajes y contextos con una autenticidad palpable. Fari Rosario, por su parte, no solo maneja estos mismos elementos, sino que también demuestra una comprensión exhaustiva de las novelas que analiza en su ensayo. Esta profundidad de conocimiento se ve potenciada por su interacción personal a través de múltiples encuentros con Veloz Maggiolo, lo que añade riqueza a su análisis. Su dominio de la lingüística le permite tejer un discurso cohesivo y profundo, que refleja tanto el rigor intelectual como una comprensión integral del material literario, ofreciendo al lector una experiencia crítica enriquecedora y bien fundamentada.

Y como si eso no bastara, ambos no solo estudiaron filosofía de manera formal en la academia, sino que son filósofos en esencia, cuestionadores de la vida; capaces de penetrar los mundos abstractos y sumergirse en sus profundidades; buscadores de conocimiento en el sendero; sobre todo, de aquello oculto tras lo que llamamos realidad para luego…, transformarla, realizando la metamorfosis del pensamiento ordinario en obras literarias y de investigación extraordinarias. Además, ambos son escritores con múltiples intereses. Marcio Veloz Maggiolo es un autor versátil que ha incursionado en todos los géneros literarios, además de ser filósofo, investigador, pedagogo, arqueólogo y antropólogo dominicano.

Fari Rosario no solo es escritor, lo que le permite comprender de primera mano las actitudes y preocupaciones de otro autor, sino que también es un ser inquisitivo e intuitivo, de una alta sensibilidad estética lo que le permite detectar las cualidades del arte literario: la exquisitez de un lenguaje bello al tiempo que valora el estilo, la forma, el tono, y otros aspectos visuales y sensoriales de novelas como las de Veloz Maggiolo. Todo ello le permite a Rosario conectarse a nivel estético, del mito y las religiones con su objeto de estudio. Las múltiples facetas en ambos autores no solo enriquecen su obra, sino que les confieren una profundidad y amplitud de visión que se reflejan en la calidad de sus escritos. La sensibilidad estética de Fari Rosario le permite apreciar la belleza del verbo de su sujeto de investigación al tiempo que le permite expresar su propia sensibilidad estética a través de sus elecciones y comportamientos como crítico.

Observamos que ambos autores persiguen objetivos comunicativos diferentes, aunque igualmente significativos en sus respectivos campos. En las novelas de Marcio Veloz Maggiolo, se aprecia una finalidad múltiple que abarca lo estético y lo poético, pero que también persigue, de manera soterrada, persuadir e informar al lector. Esta persuasión no es directa; se manifiesta a través de los personajes y la trama de sus novelas, lo que faculta al lector a recibir y aceptar las ideas subyacentes de manera casi imperceptible.

Por otro lado, Fari Rosario, en su ensayo, tiene objetivos trascendentales para la literatura dominicana. Primero, busca mantener viva y en expansión la obra y la vida de Marcio Veloz Maggiolo. Segundo, pretende probar dos hipótesis fundamentales: la primera, que lo real maravilloso, como visión sincrética y ficcional de la realidad, no surge por casualidad en el Caribe del siglo XX, sino como una asimilación y síntesis de largos procesos de lucha de sujetos marginados contra la colonización y sus estructuras político-culturales desde el siglo XVI. En la segunda, plantea que lo real maravilloso en la obra de Veloz Maggiolo se manifiesta a través de la tensión y el contrapunteo de voces, mitos y leyendas propias de las culturas caribeñas, revelando la fuerza del sincretismo, el mestizaje cultural, y la rebeldía de aquellos que han sufrido la colonización y la neocolonización.

Para sustentar estas hipótesis, Rosario recurre a una metodología basada en la argumentación y la demostración, ofreciendo pruebas que buscan convencer al lector de la validez de sus premisas. Su ensayo no solo apela a la razón del lector mediante el contenido, sino que también destaca por su uso metalingüístico, donde la pureza del código, la perfección gramatical y la cuidadosa elección de palabras crean un texto estéticamente atractivo. Este enfoque asegura que el ensayo no solo cumpla con su función informativa y argumentativa sino que también seduzca al lector a través de su función creativa o poética, una característica fundamental incluso en un ensayo literario.

Debo hacer notar como admiradora de la obra de Marcio Veloz Maggiolo, reconozco como brillante el uso de una prosa poética que se manifiesta a través del dominio de dispositivos sonoros y de una rima sutil, y un lenguaje figurativo rico en símiles, metáforas, y símbolos. Este enfoque permite que el lector experimente sensorialmente la narrativa, sintiéndose parte de la historia al oler, oír, probar y sentir lo que viven los personajes, creando un efecto casi musical o emocional a través de los dispositivos sonoros utilizados.

En conclusión, Fari Rosario, a través de su ensayo nos ofrece una visión profunda y perspicaz de cómo el autor dominicano ha utilizado lo real maravilloso para crear una narrativa única y poderosa. Las novelas de Veloz Maggiolo son un testimonio de la riqueza cultural y espiritual de la República Dominicana, donde lo mágico y lo real no son opuestos, sino partes complementarias de una misma realidad. Así pues, este ensayo es una invitación a explorar más a fondo el trabajo de Marcio Veloz Maggiolo y a reconocer la importancia de lo real maravilloso en la literatura latinoamericana.