Al sector productivo y al social (1/3)
Los efectos internos y externos del proceso de la desglobalización. La mayoría de los analistas económicos apuntan a que nos enfrentamos al inicio de un nuevo orden económico mundial. Ahora, para comprender este presentimiento, lo primero que debemos preguntarnos es lo siguiente: ¿a qué se refieren con un nuevo orden económico mundial?
Rey Dalio, respetado inversionista y estudioso de la economía mundial, publicó recientemente un libro titulado: “Principios para tratar con el cambio del orden mundial”. En el define al cambio como la hegemonía que tiene una economía por encima de las demás.
Desde comienzos del 2020 el mundo se ha visto envuelto en una espiral vertiginosa de hechos extremos, en cuyo núcleo se sitúan la COVID-19 por una parte, otra, el inicio de un desacoplamiento económico entre China y Estados Unidos. Recientemente, el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Los principales efectos que han tenido la confluencia de estas crisis son: la recesión económica del 2020, la pobre recuperación económica del 2021 y el incremento de la inflación en el 2022, producto del crecimiento en los precios de las materias primas, la disminución de la cadena de suministro con aumento en los fletes y la guerra de Rusia y Ucrania.
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China es un país de extraordinario crecimiento, con grandes perspectivas para consolidarse como potencia mundial. Sin embargo, la actual política de covid zero en el caso específico de Shanghái, que representa un tercio del PBI Chino, ha provocado una revisión de las perspectivas de crecimiento hacia la baja.
Recientemente, el FMI y el Banco Mundial redujeron las perspectivas globales de crecimiento económico y pronostican que la inflación seguirá siendo alta, por lo menos en lo que resta de este 2022.
Ante este panorama, las distintas economías desarrolladas se encuentran frente a esta encrucijada: cuál sería la mejor herramienta para poder combatir el gran problema de la inflación, con las menores consecuencias hacia la economía interna, sin menoscabo de la externa.
Tanto la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) como el Banco Central Europeo han revisado sus posiciones en cuanto a la tasa de interés de sus bonos, y ya la FED aumentó en marzo 25 puntos básicos y anunció un aumento adicional de 50 puntos básicos para el mes de mayo.
Algunos de los principales economistas y analistas financieros sugieren que las medidas adoptadas, si bien son las correctas, (el aumento de la tasa de interés) se debió producir hace tiempo con mayor fuerza, para poder evitar las posibles consecuencias no deseadas.
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Por otro lado, la incertidumbre que prevalece ante el conflicto de Rusia y Ucrania provoca que las perspectivas se compliquen aún más y no se prevea una solución en el corto plazo.
En las próximas entregas, trataremos las implicaciones en el proceso de desglobalización en el que nos encontramos, y en el caso de la República Dominicana, que, en adición de los desafíos, cómo podría transformarse en la creación de una oportunidad histórica.