A un año de ocupar la Presidencia de la República Dominicana, el Gobierno de Luis Abinader ha tenido el reto mayor de recuperar la economía sin afectar la salud de los dominicanos en medio de la pandemia del covid-19. En el transcurso de este tiempo sendas medidas se han tomado, algunas aplaudidas y otras que ponen a pensar en las repercusiones que tendrán para el futuro.

Escucha, improvisa y se retracta. Definitivamente, no ha habido ningún sector que se haya manifestado opuesto a las reuniones con el Gobierno para plantear sus sugerencias y quejas. Sin embargo, críticos advierten que aquellas medidas improvisadas y sus retractaciones ante equívocos dejan un mal sabor que podrían ser utilizadas en su contra para el próximo torneo electoral.

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Las Vacunas

Una luz que se puede anotar el Gobierno encabezado por Luis Abinader ha sido definitivamente la adquisición de vacunas cuando grandes naciones del mundo con mejores posibilidades económicas no pudieron gestionar con la misma rapidez el antídoto para su población por el acaparamiento de grandes potencias y retrasos de las grandes farmacéuticas.

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En sus inicios, la jornada de vacunación se vio empañada por la desorganización en los puestos de vacunación, la desinformación, la aglomeración de personas en busca del antídoto y los cambios repentinos en las fases de inoculación.

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Estos problemas fueron superados con el tiempo. Actualmente hay vacunas contra covid-19 para toda persona mayor de 18 años y a aquellos menores de 12 a 17 años se le prescribe únicamente la Pfizer.

El contrato con Pfizer

La jornada de vacunación fue aplaudida hasta por el principal partido de oposición: Partido de la Liberación Dominicana (PLD), no así el contrato por el que se está adquiriendo el biológico de Pfizer.

Fue aprobado por ambas cámaras legislativas pero se cuestionó en su momento que con la firma del acuerdo República Dominicana renunciaba demandar a la farmacéutica por retrasos en la entrega de las dosis. El contrato es por la adquisición de 9,999,990 dosis con una contraprestación de $US 119,999,880. De esta cantidad el Estado ha recibido casi un millón y medio a la fecha.

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Las Jeringas

La Jornada Nacional de Vacunación contra COVID-19 agarró desprevenido al Ministerio de Salud Pública que no compró a tiempo las jeringuillas para la inoculación, al menos esas eran parte de las críticas que se hacían porque al llegar las vacunas no habían suficientes insumos y estos estaban a un precio elevado en el mercado por la alta demanda.

Una licitación por la compra de 25 millones de jeringuillas a 25 pesos la unidad, cuando en el mercado todavía están a 5 y 7 pesos, fue un escándalo que empañó la gestión del primer ministro de Salud Pública del Gobierno de Luis Abinader, Plutarco Arias, destituido un día antes de la rendición de cuentas (26/02/2020) del primer mandatario.

Tras la polémica, el proceso de compra fue cancelado y no se abrió más gracias a la donación de insumos por parte de organismos internacionales y empresas privadas, dijeron en su momento las autoridades de Salud.

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Pruebas PCR, una por año

Como un balde de agua fría cayó la noticia de que solo una prueba PCR al año será cubierta por las Aseguradoras de Riesgos Salud (ARS).

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Esta decisión está contenida en la Resolución 237-2021 de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril) de fecha 16 de abril de 2021. Esta medida se tomó, según las autoridades, debido a que había un dispendio de las pruebas para detectar el covid-19.

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El Colegio Médico Dominicano (CMD) se opuso incoando un recurso de apelación ante el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS).

“No tiene ninguna justificación humana que el pueblo solo tenga acceso a una prueba anual de la PCR, como tampoco tiene justificación condenar al pueblo a que tenga que pagar 1,750 pesos por la prueba antigénica como un prerrequisito obligatorio para realizarse la PCR”, argumentó el gremialista Waldo Ariel Suelo. Sin embargo, la apelación fue rechaza.

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Para reducir el impacto de la impopular decisión, el Ministerio de Salud dispuso la realización de pruebas gratis y sin límites en los hospitales públicos.

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Tercera dosis

El anuncio de que aparte de las dos dosis de la vacuna anticovid es necesario un tercer refuerzo con antídoto de un laboratorio diferente, generó polémica en diversos sectores que entendían que por el cambio de medidas de forma tan abrupta daba señal de que el Ministerio de Salud improvisaba con la salud de los dominicanos. Connotados médicos advirtieron que no había suficiente data que sustentara una tercera dosis.

La OMS no la recomendó, tampoco los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). La comunidad científica apenas evaluaba la posibilidad de una dosis extra como refuerzo debido a la alta transmisibilidad de variantes del covid-19 que ignoran el esquema de vacunación de los pacientes, sin embargo, no habían hallazgos suficientes para prescribir un tercer pinchazo.

Doctores dominicanos reaccionaron atónitos y criticaron el hecho de que el Gabinete de Salud anunciara una decisión tan importante en los pasillos del Palacio Nacional sin socializar el tema con la clase médica.

«Creo que la decisión del gobierno pudo ser porque recibió reportes de que la Sinovac no está dando la efectividad deseada, o el gobierno tiene datos que la CDC no tiene, o tiene una sobre cantidad de vacunas que prefieren administrarla antes que botarla»,
Rafael Lantigua, profesor de medicina de la Universidad Columbia en Estados Unidos

«No hay data para aplicar una 3ra dosis antes de los seis meses y mucho menos de una vacuna diferente. Si existe algún estudio que avale esta disposición por favor publíquenlo, RD no es un laboratorio».
Pedro Ureña, cardiólogo intervencionista

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«Simple: todo lo que hacemos en salud se debe basar en evidencia científica, una tercera dósis al mes de una segunda simplemente no se ha realizado en poblaciones inmuno competentes y por lo tanto su beneficio es desconocido. Es necesario crear data sobre eso».
Robert Paulino Ramírez, virólogo

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“¿Por qué en los Estados Unidos hoy no se plantea una tercera dosis? Porque la mayoría tiene Pfizer y Moderna (…) Pero hoy, ¿por qué se está planteando en este país una tercera dosis? Porque utilizamos vacunas menos eficaces como la Sinovac y la AstraZeneca, que no han desarrollado los niveles de anticuerpos en una parte de la población”.
Waldo Ariel Suero, presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD)

Luego de la avalancha de críticas, el Gobierno decidió convocar el pasado 29 de junio a las diferentes entidades que representan el sector Salud del país para unificar criterios.

Tras esta reunión, al día siguiente comunicó al país el compromiso firmado por el Colegio Médico Dominicano y las Sociedades Médicas Especializadas.

Luego de que se le explicara a los médicos los fundamentos que tuvo el Gabinete de Salud para autorizar la administración de la tercera dosis, procedieron al compromiso conjunto donde se especifica que la tercera dosis o dosis de refuerzo debía comenzar a aplicarse de inmediato, de manera voluntaria, a todo el personal sanitario y a personas con comorbilidad que tengan las dos dosis iniciales de vacunación, para luego continuar con el resto de la población.

Además, se estableció que se puede aplicar con una diferencia de 4 semanas de la última vacuna en caso de Sinovac y 12 semanas en caso de AstraZeneca.

Hoy son más los países que ante los rebrotes de la enfermedad entre comunidades vacunadas han seguido la medida del Gobierno dominicano.

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Segunda y tercera ola de covid-19

«Aprieta y afloja», es lo que se ha vivido en este primer año de gobierno de Luis Abinader. Como se citó anteriormente el gobierno del PRM tiene como reto al asumir el poder, relanzar la economía sin sacrificar la salud.

Con estos dos aspectos que quieren llevarse de la mano: «Sin salud no hay economía, sin economía no hay salud», la medida cumbre del estado de emergencia y el toque de queda provocó momentos de flexibilización para dinamizar la economía y de restricción para cuidar la salud.

Dar en el clavo de cuándo apretar y cuándo aflojar es lo importante para evitar el rechazo de la sociedad, críticas de la oposición, los empresarios (grandes y pequeños) y la sociedad médica.

La flexibilización del toque de queda en épocas donde por tradición la gente se reúne más causó el repunte de los casos COVID-19, como sucedió por los horarios de libre circulación durante las fiestas navideñas.

El pasado 15 de diciembre ya se presentaba un repunte de casos Distrito Nacional, Santo Domingo, Santiago, Duarte, La Vega y Puerto Plata. Para controlar los contagios se implementó un nuevo horario del toque de queda, de 7:00 de la noche a 5:00 de la mañana. Sin embargo para las fiestas navideñas y fin de año se dio una horas de gracia para que los ciudadanos pudieran celebrar el asueto: «Los días 24 y 31 de diciembre el horario del toque de queda seré a partir de la 7:00 de la noche hasta las 5:00 de la mañana, permitiendo la circulación de las personas, entre hogares para las reuniones familiares hasta las 1 de la mañana en todo el país», enfatizó Raquel Peña, coordinadora del Gabinete de Salud.

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Luego de las fiestas navideñas y el impacto que tuvo la aglomeración de personas, el Gobierno se dedicó a evitar las saturación de los hospitales con otro estricto horario para reducir la movilidad y la productividad durante las primeras semanas del 2021.

A mediados del mes de mayo se registró una tercera ola de coronavirus, aunque el sector Salud pedía el cierre del país por el desborde de los hospitales, el gobierno no tomó atendió al 100% su solicitud.

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El exministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas llegó a manifestar que las medidas gubernamentales no eran suficientes para enfrentar el repunte de casos.

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El oficialismo combatió el desborde de la ocupación hospitalaria aumentando la disponibilidad de camas.

Se enviaron muestras de PCR y se determinó dos meses después que la tercera ola fue provocada por la incidencia de variantes del covid-19 de preocupación e interés.

Decenas de defunciones tardías por COVID fueron reportadas, sin que al día de hoy se pueda establecer cuántas personas fallecieron debido a la tercera ola.

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Balance

El 16 de agosto de 2020 el país contaba con 86,737 casos de Covid-19 confirmados y 1,481 muertos. La letalidad al virus estaba en 1.71% y la positividad en 31.33%. Los casos activos eran 31,148.

El reporte correspondiente al 15 de agosto de 2020 reporta las cifras siguientes: 346,459 casos acumulados y 3,985 fallecimientos.

La letalidad está situada en 1.15% mientras que la positividad en 6.05%. Activas con la enfermedad están 6,126 personas.