El Presidente electo le va a tocar el escenario más complicado que ha debido enfrentar algún mandatario en la historia republicana del país; se trata de una tormenta perfecta pues deberá resolver la pandemia sanitaria, la económica, la social y la peor de todas un tejido institucional que el actual gobierno lo deja destrozado por los intentos de perpetuarse en el poder y los niveles de corrupción que ha roto los parámetros de gobiernos previos.
Tras casi cuatro meses de pandemia, el problema se agrava por una curva creciente de contagiados y fallecidos y todo ello por el manejo electorero que las autoridades dieron a la pandemia. No se masificaron las pruebas PCR, no se invirtió lo suficiente en unidades de aislamiento, UCI y ventiladores; ahora el país está en el dilema de saturar los servicios sanitarios o volver a cerrar la economía con una cuarentena 24/7, cuando eso era más factible a finales de marzo o inicios de abril, pero la idea era prolongar el estado de emergencia para afectar el proceso electoral. Ese es el legado de este gobierno a las nuevas autoridades.
En cuanto a la pandemia económica el Presidente electo sabe la importancia de localizar recursos externos para suplir la caída en la recaudaciones y el déficit de la cuenta corriente de la Balanza de Pagos, en cuanto a la política monetaria tendrá que aumentar la provisión de liquidez para que el sector financiero pueda mantener un flujo de recursos a los sectores productivos a tasas bajas para que inicien la recuperación. En cuanto a las pymes la ventanilla que abrió el BC al inicio de la pandemia deberá ser reactivada permitiendo a los bancos especializados prestar a una tasa ligeramente superior al 8% (el costo de intermediación de estos préstamos es más alto que los otros sectores) y el gobierno reiterar el establecimiento de garantías hasta el 50% de los créditos.
La recuperación económica del país está sujeta a la evolución de la pandemia en EU y la UE; en cuanto al turismo, aparte de los factores exógenos, dependerá de cuán rápido aplanemos la curva de contagio y se inicie una agresiva campaña de publicidad en los mercados exteriores. La buena noticia es que las remesas, de acuerdo al último informe del BC, en enero-junio crecieron 0.5% y solo experimentó caídas en los meses de marzo y abril, pero en sentido general el aumento de nuestras exportaciones totales será una función de la evolución económica de nuestros socios comerciales
La pandemia social, consecuencia de la económica, en el mejor de los escenarios de recuperación dejará más de 250 mil empleos perdidos y un aumento de la pobreza. El Presidente electo ha prometido que duplicará los programas sociales y esto será un gran paliativo hasta tanto se reduzca el desempleo y la economía vuelva a su crecimiento potencial.