Dicen que las desgracias nunca vienen solas y parece que tampoco las malas noticias, sin que pueda decirse todavía cuál afectará más las aspiraciones del expresidente Leonel Fernández, líder de la Fuerza del Pueblo, de regresar al Palacio Nacional.
Hablo de la decisión de la Primera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional que ordenó celebrar un nuevo juicio en el caso de los más de 3.5 millones de dólares que la empresa Embraer admitió haber pagado como soborno por la compra de ocho aviones Supertucano, en el que figuraban como imputados el exministro de Defensa Rafael Peña Antonio, el coronel de la Fuerza Aérea Carlos Piccini, y el empresario Daniel Aquino Hernández, descargados el pasado año tras una decisión calificada como un duro revés para la lucha contra la corrupción y la impunidad.
Puede leer: La letanía de Senén
El mismo día que se conoció esa decisión, y con apenas unas cuantas horas de diferencia, el Comité Político del PLD le informó al país que para las elecciones del 2024 esa organización no pactará alianzas, en ninguno de los niveles, con los partidos que en el pasado proceso electoral pactaron alianzas con el oficialista PRM, lo que obviamente incluye al expresidente Fernández y su nuevo partido político.
Cerrado el camino de una alianza con el PLD se complica el panorama electoral de la Fuerza del Pueblo, que no ha parado de crecer a expensas de los peledeístas que abandonan un partido en desbandada estigmatizado por la corrupción, pero que necesita esa alianza para contrarrestar la alta tasa de rechazo de su líder. En cuanto a la reapertura del caso Supertucano, uno de los escándalos de corrupción más sonados de las administraciones del doctor Fernández y el PLD, solo hay que decir que ya hay gente desempolvando la famosa foto en la que este aparece sentado en el asiento del piloto de uno de esos aviones, y que será mucho lo que se hable y publique sobre un proceso que “entrará en calor” el mismo año de las elecciones.