Burlando todos los controles de seguridad, nueva vez, Fausto Miguel Cruz de la Mota (Carandai), condenado a 30 años por el asesinato de Orlando Jorge Mera el 6 de junio del 2022, llamó a un medio de comunicación para ofrecer “su versión”, sobre aquel funesto lunes.
Cruz, quien afirma que era amigo de infancia de Jorge Mera, reconoció que le quitó la vida al entonces Ministro de Medio Ambiente, luego de una discusión, en la que el funcionario “lo atacó con un arma”, aunque los hallazgos de las autoridades en la escena del crimen desmienten esa versión.
En conversación telefónica para el programa el Zol de la Mañana, el victimario asegura que le propinó tres impactos de bala, incluido uno en la cabeza, antes de abandonar la edificación sin ser detenido y tomar un motor hasta la iglesia, donde se entregó horas después.
Aunque al ser cuestionado por los periodistas presentaba ciertas incongruencias en su relato, Cruz dijo que luego de cometer el hecho, “el mismo Dios lo sacó de ahí”, debido alboroto que generaron los disparos en las instalaciones de Medio Ambiente.
Leer: Gobierno entrega último libro de texto; crítica anterior gestión
“Salí por otra puerta, que usaba el ministro privada, que daba a la escalera y otro ascensor por detrás y en vez de ir por el ascensor bajé por las escaleras al otro piso, porque había una confusión, un corre corre, en el edificio entero y nada, la confusión y Dios me sacó de ahí”, describe con estupor.
Sin embargo, y aunque no mostró signos de arrepentimiento al momento de relatar el crimen, “lloró” brevemente al preguntársele si estaba arrepentido, afirmando que “Orlando era su hermano”, para luego continuar con la entrevista de manera normal.
Indicó que cometió el crimen luego de ir a cobrar una supuesta deuda de unos US$ 500,000 dólares, como parte de un adelanto a una supuesta deuda contraída por la víctima en campaña y que ascendía a los US$ 3 millones de dólares, aunque no presenta pruebas que avalen esta versión.
Dijo que “alguien le prestó un maquito (celular antiguo)” para hacer la llamada, que se extendió por casi media hora, sin que al parecer, ninguna autoridad del Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) Najayo-Hombres, en San Cristóbal estuviera al tanto, pese a estar en vivo durante ese tiempo.
El convicto denuncia que en la actualidad se le está negando el derecho a recibir atenciones médicas, pese a que se ha quejado de tener dolor en la lengua, perdió la audición en el oído izquierdo y se le dificulta respirar.
Miguel Cruz, quien actualmente no cuenta con un abogado porque sus anteriores defensas les renunciaron, fue condenado a 30 años de prisión, por el asesinato de Orlando Jorge Mera en su despacho, en un hecho que conmocionó al país en verano del pasado año.