Nuestra visión: una bendición

Nuestra visión: una bendición

Julio Ravelo Astacio

Por Julio Ravelo Astacio

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Grosso modo ya revisamos los mecanismos relacionados con la visión. Obligados estamos a conocer las causas que conllevan a su pérdida, ya que, estas pueden afectar la salud física, calidad de vida y la salud mental, relacionándose con la soledad, aislamiento social, sentimientos de preocupación, ansiedad y miedo.

La discapacidad visual es un problema de salud pública. Perder la visión es romper parte importante del contacto con la familia, otros seres humanos, actividad laboral, la naturaleza, la vida.

Entre las causas principales de ceguera encontramos: errores de refracción (88.4 millones), cataratas (94 millones), glaucoma (7,7 millones), retinopatía diabética (3 millones), traumatismo ocular, desprendimiento de retina, degeneración macular (8 millones). Esta última como principal causa de ceguera en mayores de 65 años, según la OMS (2017), cerca de 196 millones de personas en el mundo podrían padecerla.

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Resaltar que el 90% de las personas ciegas del mundo están en los países en vías de desarrollo. Las mujeres africanas y asiáticas son las dos terceras partes del total de ciegos.

La discapacidad visual supone una enorme carga económica mundial, puesto que, el costo anual en términos de productividad asciende a 411,000 millones de dólares (OMS). Por otro lado, la mayoría de los ciegos (90%) no pueden trabajar lo que genera una baja en su estatus social, en su capacidad para tomar decisiones, así como de una vida independiente.

La falta de visión se asocia con una calidad de vida disminuida: dificultad para leer, restricciones sociales, laborales, movilidad tanto física como práctica (conducir un auto).

Tomando en cuenta lo referido es comprensible que la persona con discapacidad visual desarrolle factores de riesgo para la ansiedad y depresión. Es una pesada carga emocional la que cae sobre la persona. La tristeza, emoción pasiva y de introspección se caracteriza por una disminución de los neurotransmisores: noradrenalina, dopamina y serotonina en el cerebro (Kolby y Whishow, 2006). La disminución de dopamina altera las funciones de la retina, que a nivel visual conlleva una alteración de la sensibilidad al contraste y la percepción de los colores. El depresivo todo lo ve gris, apagado, opaco. La vida, gris se ve cuando triste está Ud.

La ansiedad y el estrés son elementos inherentes del diario vivir, pero, cuando por cualquier razón se altera su ritmo, se modifica la conducta y las capacidades individuales para enfrentar con éxito los retos del diario vivir.

Siempre existirá la posible participación de seres humanos destacados que procuren ayudar a los demás a superar sus limitaciones. En la ceguera no podemos dejar de mencionar la genialidad del pedagogo francés Louis Braille, quien diseñó un sistema de lectura y escritura para personas ciegas, devolviéndoles parte de la luz e ilusiones perdidas.

Los oftalmólogos pasan por una difícil situación emocional al comprobar que su paciente en poco tiempo perderá la visión. Aunque algunas personas no lo crean o lo duden, los médicos sufrimos, nos angustiamos al comprobar que la profesión aún con las nuevas tecnologías tiene un límite. Reconocer que ya poco se puede hacer, nos acongoja y emocionalmente tendremos manifestaciones que repercutirán en nuestro diario vivir.

En ocasiones, estos especialistas pueden sentirse atrapados en cómo abordar la falta de esperanzas para su paciente. Recordemos que, la pérdida de la visión significa una ruptura con su entorno: familia, amigos, trabajo, sociedad. Se pierde la trascendente capacidad de ver, apreciar las cosas, colores, expresiones de los demás que tanto cuentan y nos permiten apreciar la receptividad, aceptación o rechazo.

Sugerencias:

  • Usar gafas de sol.
  • No fumar.
  • Alimentación balanceada.
  • No pasar más de 4 horas frente a dispositivos electrónicos.• Protección de sus ojos en el trabajo.
  • Dormir bien.
  • Visite al oftalmólogo.
  • A la Sociedad Dominicana de Oftalmología, así como a sus Residencias Médicas, incluir en sus programas: conferencias, cursos breves de psicoterapia para facilitar y eficientizar el trabajo de sus integrantes. Contar con el apoyo de un profesional de la salud mental, será siempre herramienta importante y necesaria, dado lo devastadora que puede resultar la noticia de que es inminente la pérdida de la visión. No podemos descartar ningún esfuerzo por lograr la aceptación y lucha ante la nueva situación.

Recordemos siempre: nuestra visión, una bendición.