Nueva generación industria huevo en RD

Nueva generación industria huevo en RD

En República Dominicana, la industria del huevo vive una etapa de madurez y expansión sin precedentes.

Tras décadas de trabajo pionero de productores que cimentaron las bases de la avicultura moderna, emerge hoy una segunda generación de empresarios que, con visión estratégica, innovación tecnológica y enfoque en la calidad, consolida el liderazgo nacional y abre paso a la conquista de nuevos mercados internacionales.

Ellos son los herederos del esfuerzo, pero también los protagonistas de una nueva era productiva: Fabio Baba Simó (Agropecuaria Joselyn, marca Don Chichí), Federico Cabrera (Grupo Agropecuario Don Julio, Huevos del Campo), Carlos Jaime Fernández (Don Papito), Jochy Manuel Polanco (Agropecuaria Jochy Polanco), Moisés Bautista (Agropecuaria Wilse), Silvia Sarante (Huevos Endy) y Steffanía Lajara (Huevos del Sol).

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Juntos representan la transformación de un sector que produce más de 3,955 millones de unidades al año y exporta 65 millones de huevos cada mes a mercados como Haití, Cuba, Bahamas, Guyana y St. Martin.

Moderados por Gregory Marte y Miguel Lajara, estos jóvenes líderes compartieron su visión durante el panel La industria del Huevo en República Dominicana, organizado por la Asociación Dominicana de Avicultura (ADA), bajo la premisa: “El futuro del huevo dominicano ya está en manos de su nueva generación”.

Una industria sólida

Para Fabio Baba Simó, cuya empresa produce más de 400 mil unidades por día (144 millones al año), la industria avícola dominicana atraviesa uno de sus momentos más sólidos.

“Podemos definirla como una industria estable, robusta y con capacidad de crecimiento, sustentada en cinco pilares: producción, consumo nacional, exportaciones, estabilidad de precios y soporte técnico”, afirmó.

Silvia Sarante, al frente de Huevos Endy, con una producción de 600 mil unidades diarias (216 millones al año), subrayó que las marcas trajeron confianza, estabilidad y seguridad alimentaria al consumidor dominicano.

“Antes se hablaba de vender huevos genéricos; hoy las marcas representan calidad y garantía nutricional. Ya exportamos con marca y eso marca una diferencia”, afirmó.

Federico Cabrera, de Huevos del Campo, con 500 mil unidades diarias (180 millones al año), definió el ADN del sector con una sola palabra: resiliencia.

“Hemos pasado de no tener ventas a necesitar más producción para exportar. Cada marca refleja confianza, frescura y seguridad, pero también una identidad país. Nuestra meta es que los huevos dominicanos sean sinónimo de calidad a nivel mundial”, expresó.

Para Carlos Jaime Fernández, de Don Papito, la marca es el puente que conecta al productor con el consumidor. La empresa, que comercializa 700 mil huevos diarios (252 millones al año), con un producto accesible en mercados nacionales e internacionales.

Steffanía Lajara, de Huevos del Sol, con 300 mil huevos diarios (108 millones al año), encarna la visión de modernidad e innovación. Bajo su liderazgo, la empresa ha introducido el huevo líquido pasteurizado, una propuesta que redefine el consumo y facilita el manejo en la industria gastronómica.

Jochy Manuel Polanco, de Agropecuaria Jochy Polanco, 330 mil huevos diarios (118 millones 800 mil diarios), resalta el papel de la identidad y la comunicación con el consumidor. Su marca, Norteño, con dos años y medio en el mercado, representa más del 75 % de su producción.

Moisés Bautista, de Agropecuaria Wilse, con 450 mil huevos diarios (162 millones al año), apuesta por el equilibrio entre tradición y modernidad. Aunque mantiene la comercialización tradicional, su empresa explora nuevas vías de exportación y certificación, adaptándose a las exigencias internacionales.

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