Haití vive uno de los peores momentos de su historia reciente”, resumió la representante de la ONU, quien también viajó esta semana a Berlín y Bruselas
Ginebra- La coordinadora humanitaria de la ONU para Haití, Ulrika Richardson, finalizó ayer, viernes, en Ginebra una gira europea para pedir a la comunidad internacional más asistencia al país caribeño, donde la violencia de bandas ha causado 8,000 muertos este año y los criminales controlan un 80 % de la capital Puerto Príncipe.
“Haití vive uno de los peores momentos de su historia reciente”, resumió la representante humanitaria de Naciones Unidas, quien también viajó esta semana a Berlín y Bruselas y ha advertido que sólo se han recibido un 33 % de los 720 millones de dólares pedidos a la comunidad internacional para asistir al país en 2023.
Richardson recordó en rueda de prensa en la sede europea de la ONU que 5.2 millones de haitianos, casi la mitad de la población nacional, necesitan asistencia humanitaria, incluidos 3 millones de niños, y que 4.35 millones sufren inseguridad alimentaria aguda.
La violencia de las bandas armadas, por otro lado, se ha extendido en los últimos meses a otras zonas del país, incluyendo los departamentos de Grande Anse y Artibonito, este último principal centro de producción agrícola del país, lo que aumenta los riesgos de hambruna para todo Haití.
“Mucha gente corre grandes riesgos sólo por salir de sus casas e intentar llevar una vida normal; se enfrentan al peligro de ser alcanzados en medio de un tiroteo, de ser secuestrados, linchados o violados”, subrayó Richardson, quien denunció el enorme número de mujeres y niñas que han sufrido abusos sexuales.
Un sondeo en uno de los barrios más deprimidos de Puerto Príncipe, Cité-Soleil, ha revelado que un 80 % de las mujeres y niñas en el lugar han sufrido violencia sexual y de género. “He conocido niñas de 14 años embarazadas tras sufrir violaciones”, denunció.