El tema surgió durante la rueda de prensa conjunta del presidente Luis Abinader y el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, en el Palacio Nacional, planteado por un periodista local de aparente conexión ideológica con los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

En la introducción a su pregunta para que invitaran a los dictadores Nicolás Maduro, Díaz Canel y Daniel Ortega a la Cumbre de las Américas, el comunicador pidió al alto funcionario estadounidense que suavizara su afirmación de que estos tres regímenes autoritarios son actualmente “enemigos de la humanidad”.

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Rubio, ni corto ni perezoso, dejó claro que las invitaciones corresponden al gobierno dominicano, pero a continuación expuso las sólidas razones que sustentan su calificativo de “enemigos de la humanidad” para el trío dictatorial del continente americano. Sobre el gobierno venezolano, expresó: “No sé de qué otra manera hablar de un régimen que ha forzado a casi ocho millones de sus ciudadanos a abandonar a Venezuela en los últimos 10 años”. Agregó que el régimen de Maduro “encarcela, tortura y asesina a inocentes”.

Respecto de Cuba, el lar nativo de sus padres, el secretario de Estado dijo: “Más del 10 por ciento de la población ha abandonado el país, que tiene encarcelado, en este momento, más de 400 o 500 personas, incluso, niños, jóvenes de 16 y 17 años, porque salieron a manifestarse a las calles”.

En relación a la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua, precisó: “El gobierno de ese país sigue asediando a todos los opositores, mientras que los candidatos a la presidencia fueron encarcelados por la denominada justicia, o falta de justicia nicaragüense. “Hasta están deportando monjas”, exclamó. “Le han declarado la guerra a la iglesia católica y a todos los religiosos, y han convertido el país en una dinastía familiar, donde hay una copresidencia”.

Estas son verdades irrefutables a la luz del derecho internacional. Los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua nada han hecho para merecer recibir una invitación para asistir a la X Cumbre de Las Américas, que será celebrada en noviembre en Punta Cana, al este del país. Además, los tres se han distanciado del sistema interamericano, representado por la OEA, auspiciadora de la cita democrática, mientras Abinader desconoce el gobierno fraudulento de Maduro y respalda a González Urrutia.

Díaz Canel, Ortega y Maduro no solo asfixian a sus respectivos pueblos en términos económicos, sino también con la absoluta inexistencia de libertades públicas, con el fraude, la corrupción. En una palabra, no ceden un ápice de terreno para la apertura democrática.

Entonces, ¿para qué invitarlos a la Cumbre de las Américas? Ese es un encuentro para las naciones democráticas del continente. La democracia debe preservarse y no puede ceder su tribuna a dictadores, tiranos y aventureros cuya intención es, precisamente, destruir la democracia y la libertad.