Luisa Blanco 
Históricamente el nacimiento de Jesús siempre ha sido tema de discusión, pero lo importante en el mundo cristiano no es la fecha como tal, sino el saber que es un día del año que se le dedica a Dios para agradecer su amor a la humanidad a través del nacimiento de su hijo.
La Navidad, que es la celebración de la manifestación del nacimiento del hijo de Dios, es un tema que genera esperanza, que tiene por tradición congregar y reunir a la familia en una sola mesa y a la vez invita para que las personas puedan abrir sus corazones y en confianza hablar de sus triunfos y fracasos, de sus penas y de su gloria.
Es la opinión que emite el Pastor Mauro Vargas, de la Iglesia de Dios, al ser cuestionado en torno al verdadero significado de la Navidad, quien entiende que la Natividad es una celebración de gran importancia, porque reúne y concentra a la humanidad. “Nos lleva a practicar la armonía del hogar y fortalecer ese vínculo de la familia por más lejos que se encuentren, se puede notar como el dominicano tiene la costumbre en el año de planificar ese viaje tan especial para encontrarse con los suyos. Es un tema de concentración, de ilusión de volver a encontrarnos a manifestar a cada uno el amor que nos tenemos”.
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Desde su perspectiva, en un mundo que se está tornando cada vez más individualista, con espacios únicos que generan soledad, depresión y ansiedad, la Navidad es un acto de romper con esos hábitos que están bloqueando el buen vivir. “La Navidad nos lleva a un terreno donde nosotros conectamos con nuestros orígenes, con nuestra gente, y que nos hace tener un poco de respiro de un oxígeno diferente al de la cotidianidad”
¿A qué nos invita la Navidad?, a lo que el Pastor Vargas responde, a entender que en la vida hay que hacer una parada para reflexionar y evaluar nuestro proceder, revisión y cierres de proyectos, iniciativas y nos invita a reconciliarnos.
Luz en medio de la oscuridad
“Jesús dijo mi paz les dejo mi paz les doy”, en el mundo no cristiano el tema de la paz es la ausencia de conflicto, pero desde la perspectiva de la fe es diferente. “Eso nos habla de una paz que se genera en medio del conflicto, no es necesario que para tener paz se ausente el conflicto en nosotros. Es más bien sentir esa seguridad que, aunque esté la tormenta, aun en medio de todo ese mundo convulso, hay una certeza de que hay personas que sí tienen un mensaje de esperanza”
Tradiciones que conservan
La Iglesia de Dios en víspera del 24 de diciembre se concentra en trabajar para la comunidad y conservar esas tradiciones propias de la fecha. “Antes nosotros todos los sábados de diciembre, a las 11 de la noche salíamos un grupo de hermanos por las calles cantando villancicos, aunque ya no podemos hacerlo por el tema de la seguridad, entendemos que la vida es dinámica y como tal tenemos que buscar la forma de llevarle alegría y esperanza a los comunitarios”.
Nostalgia de la Navidad
Entre los recuerdos que conserva en su memoria está ese “delivery” que realizaba cuando era un muchacho cuando su madre le encomendaba llevar la cena a los vecinos. “Eso me enseñó el buen convivir de la vecindad, por eso en la iglesia que pastoreo, siempre se hace una cena para las personas que más necesitan”.
El verdadero sentido de la Navidad
La Navidad no es el arbolito ni sus luces navideñas, que son muy bonitas, pero la Navidad es sentimiento de alegría .“Promovemos para que celebremos la palabra de Dios y que no se dejen arrastrar por un sistema de consumismo que nos vende una felicidad falsa”.
En este contexto el representante de la Iglesia de Dios afirma que siempre orienta a los feligreses de su comunidad para que entiendan que la Navidad es mucho más que sentarse a comer, es un acto de ver quienes están para nosotros. “Dios vio una necesidad en la humanidad y nos envió a su hijo y no hay mejor manera de celebrar la Navidad que en la unión, gratitud y el compartir”.
