Pocas sensaciones tan gratas como la paz, estado idílico de quietud, de dominio y liberación interior que nos pone en armonía con nosotros mismos y con todos los seres del universo. Pocos logros tan preciados como ese poderoso antídoto contra las tensiones de un estilo de vida convulso, emocionalmente desestabilizador.
Queremos paz, anhelamos esa dulce calma que penetra todos los resquicios de nuestro ser, pero que fugazmente desaparece en las brumas de las luchas internas y externas que perturban la existencia.
La necesitamos. Mas, nos parece distante como una estrella, la oteamos en un horizonte donde el individualismo y materialismo se apoderan de la conducta humana, desencadenando graves problemas sociales, políticos y morales.
La percibimos remota, inasequible. Y no es así. La paz interior, “la mejor medicina para el cuerpo, la mente y el alma”, como la describe el gran líder espiritual Paramahansa Yogananda, puede lograrse, disipar la tormenta mental, el impacto emocional de las circunstancias adversas de la cotidianidad. Está cercana, en nuestro propio ser, pero hay que buscarla. Emana del alma y constituye el sagrado ámbito en el que se revela la auténtica felicidad.
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En el interior de cada uno de nosotros afirma el maestro Yogananda existe un centro de paz al que podemos aprender a tener acceso a voluntad, y podemos encontrarlo aún en un mundo atribulado por desastres naturales, la guerra y la pobreza que destierran a millares de refugiados e inmigrantes.
Un panorama ensombrecido por la crisis familiar, el desgarrador abuso de menores, narcotráfico, criminalidad, ambiciones desbordadas de poder y riqueza, ante el que la sabiduría ancestral nos dice:
“Cambia tú y cambiará el mundo”. Nos recuerda que sólo así forjaremos la paz individual y colectiva.
Esa paz individual de la que depende la armonía familiar, social, mundial, la que quien la posee irradia en el hogar, el medio laboral y todo su entorno. Para buscarla, Yoganandaji nos legó enseñanzas centradas en la meditación de kriya yoga, en el arte de vivir conforme a los principios espirituales, permaneciendo en sintonía con Dios y en armonía con los demás.
“Sólo la conciencia espiritual la realización de la presencia de Dios en nuestro interior y en cada uno de los demás seres vivientes puede salvar al mundo. No veo ninguna posibilidad de que exista paz sin esta condición. “Comienza contigo mismo; no hay tiempo que perder. Es tu deber desempeñar la parte que te corresponde para establecer el reino de Dios sobre la tierra”.
Sus enseñanzas, contenidas en lecciones y decenas de libros de su autoría, las difunde Self Realization Fellowship (SRF) desde Los Ángeles, California, sede de esta organización con comunidades monásticas, retiros, templos y centros de meditación en el mundo.
Adscrita a SRF, desde hace 61 años la Asociación de Auto-Realización de Santo Domingo promueve esas técnicas yóguicas. Un portal hacia la paz, al igual que el Centro de Meditación del Ser, en Santiago y el Retiro de Blanco, Bonao.
Meditación: llave maestra
En admirable sosiego viven devotos que tienen en la meditación la llave maestra para abrir la puerta que conduce de la conciencia material a la espiritual, hacia un estado de paz en cualquier ambiente o circunstancia.
Buscan la fuente inagotable de sabiduría en la autorrealización, en el contacto personal con Dios, tomando plena conciencia de su presencia, cultivando la voluntad de conectar con Él en la actividad, haciéndolo parte de la vida diaria.
La meditación constituye la herramienta perfecta para controlar emociones, vencer la inquietud, combatir las agresiones internas y externas.
“Dejarse dominar por los estados de ánimo es estar ligado a la materia. Si mantienes tu mente resuelta a no perder jamás la paz, entonces podrás obtener santidad. Mantén en tu interior una recámara secreta de silencio, donde no puedan penetrar los estados de ánimo, las aflicciones, las luchas, las disarmonías”, dice Paramahansaji, quien resalta que Jesús habló del verdadero armamento: paz y amor.
Y nos enseña a mantener un estado mental de paz, la forma más sabia de vivir, como dice en “La Paz Interior. El arte de ser calmadamente activo y activamente calmado”, ganador del premio Ilba como mejor libro religioso en español, y el Benjamín Franklin, mejor libro místico, en el que nos muestra cómo superar el temor, la ira, el nerviosismo y estados de ánimo negativos; permanecer calmados y activamente concentrados, independientemente de las condiciones externas.
La conciencia expande
Con la meditación la conciencia se expande más allá de las limitaciones del cuerpo y de la mente, permite desarrollar nuestro potencial infinito, conectar con la divinidad y recargarse de energía cuando sentimos que no podemos más.
Con su práctica regular y profunda es posible experimentar una paz capaz de crear un ambiente tranquilizador en cualquier actividad, sea armoniosa o preñada de dificultades.
Esa paz perdurable que dimana de la fuente divina vendrá cuando aprendamos a expresar la imagen de Dios que mora en nuestro interior y a encontrarla en todas las personas. Al comprender que vivir en paz es liberarnos de prejuicios, aceptar las diferencias, escuchar y respetar a los demás.
Llegará cuando liberados del cegador egoísmo contribuyamos con nuestro ejemplo a una convivencia sana sustentada en valores de tolerancia, amor, igualdad y solidaridad.
La meditación: un camino directo hacia la paz
Sabiduría y paz
Desde la India, donde nació el 5 de enero de 1893, Paramahansa Yogananda, monje de la orden de los Swamis, trajo a Occicidente el kriya yoga, ciencia del alma, un código para la paz.
Legado espiritual
Llegó a Boston, Estados Unidos, en 1920 para asistir un congreso de religiones. En 1925 fundó SRF en Los Ángeles, donde se estableció, continuando la obra espiritual y humanitaria iniciada en la India con la Yogoda Satsanga Society. Luego de su fallecimiento en 1952, SRF sigue divulgando su trascendente legado, guía inspiradora para su gran familia espiritual.
Amor y buena voluntad
“Sostenga la divina paz y calma -dice- y envíe solo pensamientos de amor y buena voluntad si desea vivir en paz y armonía. Viva una vida devota y todos los que se crucen en su sendero serán ayudados por el hecho de estar en contacto con usted. “Cada vez que un enjambre de preocupaciones invada su mente rechace ser perturbado; aguarde calmadamente mientras buscas el remedio. Rocíe las preocupaciones con el poderoso producto químico de su paz”. A sus enseñanzas se tiene acceso, no importa el credo profesado, en SRF: yogananda-srf.org y al Centro de Santo Domingo en el (809)686-5854, whatsapp: (829) 689-5854 y www.yogananda.org.do