El prosciutto es el jamón italiano por excelencia, un producto gastronómico que se asemeja al serrano de España.
Pero, ¿en qué se diferencia el prosciutto al jamón serrano? Mucha gente se hace esta pregunta.
En realidad existen muchas similitudes entre ambas delicias.
El jamón curado es típico del sur de Europa. Los dos grandes productores a nivel internacional son España e Italia, con su jamón serrano y su prosciutto crudo, respectivamente. En Portugal también se produce este producto, aunque es menos conocido, es también un producto de la Península ibérica.
Si has probado el jamón serrano y el prosciutto te habrás dado cuenta de que sus lonchas se parecen a simple vista porque proceden ambas de la misma raza de cerdo. No obstante, al paladar son algo diferentes. Ambos están muy ricos pero cada uno tiene sus particularidades.
Puede leer: Cómo prevenir la «gripe mala» que está acabando con los dominicanos
Diferencia entre prosciutto y jamón serrano
El jamón serrano es el curado típico de España y es muy conocido en República Dominicana. Pero, ¿quieres descubrirlo todo acerca del prosciutto? Para saber las diferencias entre el jamón serrano y el prosciutto es importante explicar antes un poco sobre este último.
¿Qué es el prosciutto italiano?
La palabra prosciutto procede del término italiano prosciugare que significa “secar bien”. Este tipo de curado se hace con las patas traseras de los cerdos blancos que se salan y se curan. Su proceso de fabricación puede durar de nueve meses a dos años, dependiendo del tipo del prosciutto.
Las zonas de producción del prosciutto se relacionan principalmente en la Toscana y Emilia, pero los más renombrados son los jamones de Parma y los de Friul Venecia Julia.
El prosciutto es un jamón más suave y dulce, ideal para utilizar en sandwiches y en bocadillos. Por otro lado, el jamón serrano cuenta con un sabor mucho más salado y un tono más rojizo que lo hace idóneo como sustitutivo de la sal, contando una gran versatilidad para multitud de recetas.
De hecho el prosciutto ofrece más oportunidades en la cocina. Es un ingrediente versátil que se puede disfrutar en platos principales como pasta, ensaladas y pizzas, las posibilidades son infinitas.