Yuniol Ramírez, era un abogado y profesor universitario, cuyo cadáver apareció con una cadena gruesa alrededor del cuello atada a su vez de un block, en el arroyo Barina, en el kilómetro 14 autopista Duarte, entre Manoguayabo y la comunidad de Caballona, en el municipio Santo Domingo Oeste, el pasado 12 de octubre del 2017.

El hombre defino como una persona “intachable” y que tenía al momento de su muerte 45 años de edad, nació en San Juan de la Maguana, desde donde partió en su juventud a Santo Domingo para estudiar Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Ramírez presidia la Convergencia Nacional de Abogados (CONAS) y en el ámbito político estaba ligado al Partido Revolucionario Moderno (PRM), organización a través de la cual aspiró a la senaduría de su provincia natal.

Informe de la Procuraduría sobre la muerte del catedrático, indicó que “los hallazgos preliminares de la investigación señalan que presuntamente Yuniol Ramírez Ferreras habría estado extorsionando al director de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), ingeniero Manuel Antonio Rivas, quien a su vez le pidió al empresario Eddy Rafael Santana Zorrilla, interceder por ante el fenecido abogado, instruyéndole para que de ser necesario, acordara con éste el pago de alguna suma de dinero, a cambio de que desistiera de acciones legales que había iniciado”.

“Asimismo, de conformidad con las pesquisas efectuadas hasta ahora por el Ministerio Público y la Policía Nacional, Ramírez Ferreras y Santana Zorrilla habrían acordado que la suma a entregar como pago por la presunta extorsión sería de cuatro millones de pesos, de la cual se entregó en persona al fenecido, en calidad de adelanto, un millón en efectivo.

“Igualmente, las investigaciones realizadas hasta el momento, indican que los empleados de la OMSA, Argenis Contreras González y José Antonio Mercado Blanco, alias “El Grande”, habrían tomado la decisión de darle muerte a Ramírez Ferreras, para lo cual, el pasado miércoles 11 de octubre en horas de la tarde, se presentaron al campus principal de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde raptaron al hoy occiso y posteriormente le dieron muerte”.

Varias personas fueron apresadas por este crimen calificado como horrendo por varios sectores de la sociedad, sin embargo, el hombre clave, Argenis Contreras, autor material del caso, no ha sido capturado por las autoridades dominicanas. Lo único que se sabe de su paradero es que fue apresado en los Estados Unidos el 11 de abril de 2018 y a hasta hoy, dos años y seis meses después, no termina de ser deportado para responder a la Justicia dominicana.

A tres años de la desaparición física del profesor, no se ha hecho justicia, tanto el caso de homicidio y corrupción permanecen estancados a espera que se complete el proceso de deportación de Contreras, que, según la Procuraduría, ha utilizado artimañas para evadir su envío al país.

El caso impactó en su momento a la sociedad, porque se asoció no solo a corrupción, sino también a sicariato, algo menos común que la sustracción de los recursos públicos.