El reverendo Domingo Paulo Moya calificó hoy como deplorable e inaceptable que el presidente Danilo Medina no incluyera a las comunidades de fe cristiana del país, en ninguna las fases del proceso de reapertura económica y social anunciada en su discurso a la nación de anoche.
Paulino Moya, quien preside la Mesa de la Opinión Cívica Cristiana, significó que respeta que Medina no profese la fe cristiana, “porque en su discurso ni siquiera mencionó la necesidad de que el Dios Todopoderoso le ayude a combatir la pandemia del COVID-19”, y les recordó que la gran mayoría del pueblo dominicano sustenta por siglos su salud moral y espiritual en Jesucristo, el hijo de Dios.
El vocero nacional evangélico indicó que el culto de adoración al Dios Todopoderoso nunca puede ser relegado aun segundo plano por ninguna enfermedad ni el miedo mortífero que esta produzca, ni la incertidumbre social. “Y mucho menos por acciones políticas que aprovechan las circunstancia para violentar los derechos civiles y religiosos de un pueblo amante de la paz y la justicia”.
Paulino Moya, quien por décadas defiende los valores de la fe cristiana en el país, considera que así como se ha dispuesto medidas de reapertura en el Metro de Santo Domingo, autobuses de la OMSA y el Teleférico, siempre considerando la distancia física, no existe razones para las mismas no favorezcan también a la comunidad de fe cristiana, para que puedan congregarse en pequeños grupos dependiendo del tamaño del templo.
Resaltó que no es saludable que un gobernante “margine” a una comunidad tan numerosa e importante que cuenta con millones de fieles que poseen poder moral y que electoralmente son decisivas, por lo que “empujarlos a un disgusto con el partido de gobierno, al negarles sus derechos a congregarse, puede ser perjudiciales para las aspiraciones políticas de los representantes del oficialismo para los comisión del 5 de julio”.