Reformar cesantía es reto pendiente para impulsar empleo formal

Reformar cesantía es reto pendiente para impulsar empleo formal

La cesantía laboral, una compensación que el empleador debe pagar al trabajador despedido sin causa justificada, se ha convertido en uno de los temas más polémicos del sistema laboral dominicano.

Para la Asociación Dominicana de Ferreteros (Asodefe), ese mecanismo de protección ha dejado de cumplir su propósito y hoy representa una carga que limita el crecimiento del empleo formal, la competitividad empresarial y la sostenibilidad del sistema laboral.

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“Hoy en día, muchas empresas no contratan más personal por temor al pasivo laboral que genera la cesantía. A los tres o seis meses ya el empleado adquiere un derecho y eso limita tanto a empleadores como a trabajadores”, afirmó Félix S. Sánchez, pasado presidente de la Asociación Dominicana de Ferreteros, al señalar que esa rigidez impide la expansión de sectores productivos y fomenta la informalidad.

“Nosotros cubrimos el 90 % del seguro de salud, que beneficia no solo al empleado, sino, también a su familia. El de pensión es clave para que la gente no tenga que andar dando lástima en su vejez”, enfatizó, al participar en el Encuentro Económico de HOY.

Uno de los puntos más críticos es el seguro de desempleo. Según Sánchez, aunque la Ley de Seguridad Social establece su implementación en 18 meses, ya han pasado más de 18 años sin que se cumpla. “El Consejo Nacional de Seguridad Social no ha funcionado como debería, porque está compuesto por funcionarios que no tienen tiempo para preparar los informes y reglamentos necesarios”, denunció.

Sánchez propone una transición gradual, con un pacto a largo plazo que permita reemplazar la cesantía por un seguro de desempleo, sin afectar los derechos adquiridos. “Vamos a decir que para el 2035 se elimine totalmente, pero desde ya comencemos con una legislación que lo estructure. Que el trabajador cotice y si pierde su empleo, tenga ingresos por dos o tres meses hasta conseguir otro”, propuso.

Impacto en las mipymes

Sánchez también puso énfasis en el efecto que la cesantía tiene sobre las microempresas, que representan el 90 % del tejido empresarial dominicano. “Una empresa con capital de 100 mil pesos, no puede asumir cesantías acumuladas que superen esa cifra. Esto lleva a muchas a operar en la informalidad, lo cual genera menos derechos para los empleados”, señaló.

Estima que la carga laboral supera el 60 % de los costos operativos en muchos casos, lo que ahoga las finanzas de pequeños negocios e impide que prosperen o generen empleos de calidad.

Una visión política y social

El dirigente criticó que el tema se haya manejado con fines políticos, en lugar de una visión de desarrollo.

“Los políticos solo piensan en votos. Pero si seguimos así, aumentará aún más el desempleo. Antes la gente amaba trabajar, hoy trabaja para esperar que lo liquiden”, lamentó.

La solución, dijo, debe pasar por un pacto nacional entre empleadores, trabajadores y el Estado. “Hay que legislar con responsabilidad. La cesantía, en su momento, fue válida, pero ya no responde a las necesidades del siglo XXI. Necesitamos un sistema que proteja al trabajador, sin asfixiar al empleador”.

Mayelin Acosta Guzmán

Mayelin Acosta Guzmán

Periodista y economista graduada de la UASD. Máster en Dirección y Organización de Proyectos de Nebrija y diplomados en economía, ciberseguridad, turismo, periodismo digital, entre otros.

Apasionada de curiosear con el mundo e informar veraz y oportunamente.

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