Las entidades responsables de iniciar la restauración del río Nizao integrarán un comité de cuencas que rescatará ese entorno.

El ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Orlando Jorge Mera, autoridades y líderes comunitarios de Nizao, en Peravia y Palenque, San Cristóbal, trataron el tema.

En un comunicado de prensa, el funcionario resaltó que ese afluente produce tanta agua que está represado cuatro veces: Jigüey, Aguacate, Valdesia y Las Barías.

Después de Las Barías, el río es subterráneo y sale 16 kilómetros después en su boca, en el mar Caribe.

Nuestro reto, expuso, es hacer la restauración ecológica en la cuenca baja, y que vuelva a tener su cauce, para bien de la zona.

“Aparte de hacer este trabajo de restauración ecológica, hay que trabajar en otro que es fundamental, que es la aplicación de la ley dura a las personas que durante toda una vida se han aprovechado de eso. A este río hay que darle un respiro para plantarle árboles en sus orillas, y hasta que yo no vea ese río Nizao encauzado, no vamos a descansar. La causa de ustedes es mi causa”, explicó.

Según el texto, escuchó a los líderes comunitarios expresar sus preocupaciones e inquietudes, resaltó la importancia del trabajo en conjunto e invitó a unirse a esa restauración, que comenzará con la creación del comité de la cuenca Nizao.

Anunció una infraestructura de Medio Ambiente en Nizao.

Grupo Universo Verde denuncia venta de reserva científica

El representante en República Dominicana del movimiento ambientalista Universo Verde, Manuel Guerrero, denunció que productores agrícolas compraron terrenos de la zona de amortiguamiento de la reserva científica loma de La Barbacoa entre Peravia y San Cristóbal para sembrar aguacates, sin que las autoridades de Áreas Protegidas del Ministerio de Medio Ambiente intervengan para evitar su degradación.

Indicó que además otras montañas de la provincia son destinadas a la siembra de la fruta, situación que pone en peligro la producción de agua de cañadas y arroyos que alimentan los ríos Nizao, Baní y Ocoa, que abastecen acueductos para el consumo humano, para generar electricidad, irrigar predios y uso industrial.