El aspirante a la candidatura presidencial del Partido Reformista Social Cristiano, Ignacio Batista (NACHO) dijo que el país reclama un cambio profundo en el desastroso sistema carcelario dominicano.

Batista aseguró que los gobiernos han fracasado en el manejo del problema carcelario del país, y que a eso se deben los escándalos cotidianos que se reportan desde las cárceles de distintos puntos de la geografía nacional.

Adelantó que de ganar la candidatura presidencial del PRSC y ser electo a la jefatura del Estado, entre sus planes de trabajo figura la aplicación de un novedoso programa para cambiar y modernizar el sistema carcelario.

Indica que en la República Dominicana existe una población carcelaria de aproximadamente 28 mil reclusos, en cuya alimentación, vigilancia, educación, salud, y otras asistencias el Estado invierten unos 50 millones de pesos al día.

El dirigente y precandidato presidencial del PRSC precisa que al mes el gasto del Estado ronda los mil 500 millones de pesos para mantener una población carcelaria improductiva,

Explica que en su propuesta de gobierno incluyente figura un programa para mejorar la asistencia de los internos, educarlos, capacitarlos, utilizarlos en la ejecución de proyectos, y convertirlos en entes productivos.

Agrega que se puede capacitar a los internos en diferentes ocupaciones, y que con la aplicación de normas de seguridad, se pueden emplear en obras y programas, como la construcción de obras tales como carreteras, edificaciones para hospitales y universidades.

Apunta que en esas tareas los internos pueden obtener remuneraciones económicas para ellos y sus familiares, y ser incluidos en programas especiales para la reducción de sus penas, en coordinación con el aparato judicial,

Entiende que si los internos se vuelven productivos, trabajan y reciben salarios, de esa manera se podría cambiar la imagen de hacinamiento y desorden que reine en los recintos carcelarios.

Nacho Batista considera una vergüenza lo que pasa en las cárceles dominicanas, por lo que propone en su plataforma de gobierno transformarlas, con la implementación de un sistema que contribuya realmente a la rehabilitación de los internos, como debe ser tarea del Estado.