En el Año Nuevo de 1960, el último que el dictador Rafael Leónidas Trujillo celebró junto a su familia, se le ordenó a un grupo de artistas cantar en su residencia, ubicada en la hoy avenida Máximo Gómez, donde está el Teatro Nacional.
Rafael Solano, Joseíto Mateo, Elenita Santos y Fernando Casado (El Magistrado), llegaron a las 5:00 de la tarde, hora fijada por el temido Johnny Abbes García, jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM).
A Niní Cáffaro también se le ordenó, pero se negó a asistir, relata un aún sorprendido Fernando Casado.
No fue hasta la medianoche que inició el acto y, porque Solano se atrevió a acercarse a Angelita Trujillo, hija mimada del dictador.
Previo, le había susurrado a Abbes, pero este lo ignoró, optó por seguir disfrutando de un tabaco, desde un rincón donde visualizaba todo movimiento. Angelita habló con su padre y a los diez minutos un arrogante Abbes anunciaba a los artistas que podían comenzar.
Sin que se le brindara ni siquiera un vaso de agua, Fernando inició. “Inicia tú, inicia tú”, le dijo Solano, con una prisa casi agónica. De ahí salieron a las 4:00 de la madrugada, con el bolsillo vacío, con hambre y a pie.
Pero esta no fue la experiencia más difícil vivida por Fernando durante la Era de Trujillo, lo peor, intentaron matarlo.
Este hombre, con quien se sostiene una conversación envolvente, retiene en su memoria nombres, fechas y hechos precisos, pese a sus 90 años recién cumplidos (el 4 de marzo), y un derrame cerebrovascular sufrido en enero de 2018.
Recuerda cuando lo expulsaron de la emisora La Voz Dominicana, por sus amoríos con una jovencita que entrenaban para la futura televisión fundada en 1950 por Petán Trujillo, hermano del tirano.
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Y, obvio, el hecho más desagradable, cuando una mujer llamada Luz Mercedes Medrano de Figueroa-, agente del SIM, tomó un cuchillo e intentó matarlo. ¿La causa? -presume- este último suceso, lo que, gracias a Dios, no pasó de un gran susto. “Petán creía que todas las mujeres le pertenecían”, dijo.
Para este amigo leal, la propuesta más indignante se la hicieron durante el Gobierno del expresidente Danilo Medina, cuando uno de sus asistentes le llamó para que dirigiera el Teatro Nacional, al frente del cual estaba su amigo Niní Cáffaro. “Ahora mismo voy a llamar a Niní”, fue su respuesta.
Su experiencia de vida
Fernando y nosotros, el equipo de HOY, conversamos en su residencia. Allí nos esperaba, ansioso, como cuando se recibe una visita deseada, parado en el balcón del apartamento, sin lujos ni pretensiones, decorado a la usanza de su juventud y en cuyas paredes cuelgan sus recuerdos familiares y del gran artista.
A la entrada un enorme cuadro de ‘La Creación’, saluda. El mismo Dios en el que ampara su fe desde la niñez.
Se crió en el sector San Carlos, de esa época, en donde proliferaban las casas de cita, provocando tentaciones a la hombría.
Pero su madre y abuela, evangélicas, lo encarrilaron.
Confiesa, sin embargo, que fue muy mujeriego, “al punto de no valorar el verdadero amor”. Hoy vive solo, al cuidado de una empleada. Sus cuatro hijos, al pendiente.
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En su juventud tenía el porte de un galán, el mismo que lo llevó a interpretar papeles importantes en el cine y televisión.
Hizo de El Chato en ‘Caña Brava’, la primera película filmada en el país, en 1965, y fue protagonista de la telenovela ‘María José’, junto a la bailarina Miriam Bello, también la primera filmada en en República Dominicana.
Además, realizó unas 150 radionovelas, grabó 60 canciones, fue locutor de varias emisoras, entre las que destacan Radio Caribe y La Voz Dominicana, presentador de televisión, condujo su propio programa (El Show de Fernando Casado) en el canal 7, La Voz Dominicana y Teleantillas, y hasta el Show del Mediodía.
Pocos conocen que también fue banquero, trabajó en el Nueva Escocia, hoy Scotiabank, la primera banca privada que se instala en el país, donde dice llegó a ser el tercer hombre al mando. Además, es escritor, tiene tres obras de su autoría entre ellas “Palabras, canto y testimonio”, editada por el Archivo General de la Nación.
Primer bolerista y artista dominicano y latino que cantó en Miss Universo, en 1977, escenario que le abrió las puertas al mundo, junto a los festivales OTI y el de Miami (en ambos ganó el segundo lugar), además, del programa de Don Francisco, cuando era producido en Chile.
Su relación con líderes políticos
En lo único que nunca se atrevió ha incursionar fue en la política -n o le interesó, dice- pese a su cercana relación y simpatía por el profesor Juan Bosch, autor de ‘Gaviota’, que Fernando grabó a solicitud del político Euclides Gutiérrez Félix; lo que le ocasionó una relación incómoda con el también expresidente Joaquín Balaguer, creador de ‘Lucía’. Para ambos logró una solución salomónica: grabó las dos hermosas criollas.
“Una vez llegando al hotel Lina me encontré con Bosch y me dijo: “¡Oh, Fernando!, quiere decir que me haz hecho famoso”, cuenta.
Con Leonel Fernández también ha tenido buena relación, durante uno de sus gobiernos le otorgó una pensión de 50 mil pesos, que fue aumentada a 80 mil por Danilo Medina, con eso se sostiene económicamente.
Al actual presidente, Luis Abinader, nunca lo ha tratado, dice.