Los números, que dan escalofríos, son como esa muerte anunciada que ya se esperaba. Pese a ello, es duro ver que en 17 días los casos de covid aumentaron de 31,373 a 47,671 (16,298 más), mientras las defunciones subieron de 754 a 929 (175 más).
Esto quiere decir que en poco más de dos semanas tuvimos más de la mitad de la cantidad casos que se registraron en los casi cuatro meses anteriores. Todo, que es lo peor, por culpa de una apertura económica que para muchos fue sinónimo de desbandada y una camapaña electoral en la que primó la irresponsabilidad: ciudadanos y políticos dieron ejemplo de todo lo que no se debe hacer si se quiere frenar la pandemia.
Consciente de que la gente no se medirá, tal como se comprobó el presidente Danilo Medica acaba de solicitar un nuevo estado de emergencia mucho más largo que los anteriores: ¡de 45 días!
A esta solicitud ahora no se opone el partido que gobernará dentro de un mes, tal como dijo ayer su presidente, José Ignacio Paliza.
¡Pasadas las elecciones, que entre el mar si debe entrar!
La actitud del PRM ha cambiado porque antes se oponía de forma tajante. Tal vez ahora entienden la necesidad: sin eso la gente no será controlada. Por ello, cual si fuésemos niños, urge que el Congreso Nacional nos vuelva a trancar.
Pero la emergencia, problamente, no sea suficiente: también es necesario que se multe a quienes no están cumpliendo con las reglas del juego porque por ellos, al final, todos hemos de pagar. Evitemos a toda costa que el sistema colapse, algo que puede suceder en cualquier momento si no detenemos a los pendejos.