BERLÍN— La canciller alemana volvió a verse temblorosa durante un acto público hoy, por tercera vez en menos de un mes, pero Angela Merkel insistió en que no hay motivo para preocuparse.
Merkel tembló visiblemente durante una ceremonia con honores militares junto al primer ministro de Finlandia, Antti Rine, en el exterior de la cancillería, en Berlín.
El incidente se produce tras otros similares ocurridos el 18 y el 27 de junio. En ambos casos la dirigente, de 64 años, se recuperó rápidamente al comenzar a caminar.
El primer episodio ocurrió en circunstancias casi idénticas, cuando Merkel se encontraba junto al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy en una ceremonia de honores militares. Hacía calor y Merkel dijo después que se encontraba bien tras beber tres vasos de agua.
El segundo incidente sucedió en el palacio presidencial, cuando el presidente comentaba sobre la juramentación del nuevo ministro de Justicia. Las temperaturas eran más bajas ese día y el miércoles.
Merkel, canciller desde 2005, cumple 65 años el 17 de julio. Insinuó que el impacto psicológico del primer incidente fue la causa de los dos subsiguientes.
“Estoy bien”, dijo a la prensa después del encuentro con Rinne. “Dije recientemente que estoy en una etapa de procesar los honores militares con el presidente Zelenskiy. Evidentemente no está completa, pero hay avances”.
“Tendré que soportarlo durante algún tiempo, pero estoy muy bien y la gente no debe preocuparse”, añadió.
La salud de las personalidades públicas es considerada un asunto privado en Alemania y las leyes son muy estrictas sobre esa clase de información. No es de conocimiento público si Merkel tiene problemas de salud.
Preguntada sobre el tema en la conferencia de prensa del miércoles, dijo: “Mis declaraciones sobre esto han terminado por hoy y creo que mi declaración de que estoy bien puede ser aceptada. He dicho que debo procesar este evento y estoy en ese proceso y creo que así como vino, algún día se irá”.